Un total de 27 chicas canarias menores de edad tenían al cierre del año pasado una orden de protección o una medida cautelar dictada a su favor por violencia de género. Así se desprende de la recopilación de datos realizada por el Instituto Canario de Estadística (Istac) durante el último año y el primer trimestre de 2015.

En concreto, durante 2014, los juzgados del Archipiélago dictaron 2.197 órdenes de protección, de las que 26 fueron para víctimas de malos tratos de menos de 18 años residentes en Canarias y con nacionalidad española y otra para otra menor, también residente, pero extranjera.

Aunque según el Instituto Nacional de Estadística (INE) la edad media de las mujeres víctimas de violencia de género se puede establecer en los 36,2 años, destaca el aumento que se ha producido de las menores de edad, un 15,4% más que en 2013 aunque también se han incrementado los casos entre las mujeres mayores, con subidas del 25,9% en el tramo de 70 a 74 años y del 21,3% en las de 60 a 65.

Según alerta el Instituto Canario de Igualdad los casos de malos tratos en los que los dos son menores, o al menos lo es ella, "se basan en una concepción romántica del amor que por donde se cuela el machismo".

La directora del ICI, Elena Máñez, ha explicado en varias ocasiones que en las relaciones actuales las jóvenes sientes que tienen una especie de contrato de por vida con su pareja y que si él es violento, es porque se lo merecen; lo que aumenta la sensación de culpabilidad. A ellos les obliga a demostrar celos, control y dominio para reafirmar su amor.

Por este motivo se ha editado una guía para acabar con las ideas "erróneas y tóxicas" que pueden generar "los mitos del amor romántico" y que son "el caldo de cultivo" de la violencia, como asociar los celos al amor y el control sobre las decisiones y la vida de por parte de su pareja.

Pese a los avances, señala Elena Máñez, se perciben cuestiones preocupantes: "Se está volviendo a un modelo de feminidad en que las mujeres son definidas por el cuerpo y esto condiciona y tiene impacto sobre los niños", advierte antes de alentar de que "a esta deriva la venden como un avance, una liberación sexual, cuando nos lleva aun sexismo rancio".