En días pasados se celebró el 171 aniversario de la fundación del benemérito cuerpo de la Guardia Civil. Voy a dar en este artículo un esbozo de sus principios y características, que en otra ocasión trataré de completar.

La delegada del Gobierno, María del Carmen Hernández Bento, y el general de la Zona de Canarias de la Guardia Civil, Juan Sánchez Medina, presidieron en la Comandancia Provincial de Ofra el acto de conmemorativo. En su intervención el general Sánchez Medina aseguró que el mayor acierto de este cuerpo de seguridad ha sido contar con un "verdadero código deontológico, como la cartilla del guardia civil", así como mantener un conjunto de valores que identifican el espíritu de los miembros de la institución. Aseguro que se han afrontado con éxito los nuevos retos que plantea la delincuencia y que demandan los ciudadanos. La adopción de nuevas tácticas y procedimientos de trabajo, así como la implantación de nuevos medios materiales se ha sabido conjugar con el mantenimiento de la "esencia" del cuerpo armado.

Al finalizar la Guerra de la Independencia contra Francia, en el siglo XIX, la debilidad del Estado español hacía que la inseguridad se apoderase de los caminos de nuestra patria. La gravedad del fenómeno hacía necesario establecer un cuerpo de policía de ámbito nacional. Los progresistas de las Cortes de Cádiz reunifican la Milicia Nacional, disuelta con la llegada de Fernando VII, que se reconstituyó en 1820, pasando a denominarse Cuerpo de Voluntarios Realistas. El teniente general D. Pedro Agustín Girón y de las Casas, primer duque de Ahumada, es nombrado ministro de la Guerra, concibiendo el proyecto de un instituto armado para el mantenimiento del orden público denominado Legión de Salvaguardia Nacionales, inspirado en la Gendarmería Nacional francesa, que combatiría la delincuencia y garantizaría la libre circulación de bienes y personas.

Este proyecto, que inicialmente no fue aprobado por las Cortes Generales, inspiró a su hijo, el segundo duque de Ahumada, a la creación de la Guardia Civil. En 1844 el Gobierno suprimió la Milicia Nacional, y fue el 28 de marzo de 1844 cuando oficialmente se crea la Guardia Civil, cuerpo especial de fuerza armada de infantería y caballería, bajo la dependencia del Ministerio de la Gobernación y con la denominación de "guardias civiles", comisionando al mariscal de campo D. Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II duque de Ahumada a su organización.

Entre las primeras propuestas está el que la Guardia Civil sea una organización basada en la calidad, recomendando cubrir las plantillas paulatina y selectivamente: "Servirán más y ofrecerán más garantías de orden cinco mil hombres buenos, que quince mil, no malos, sino medianos que fueran". Se sugirieron cambios organizativos y una mayor remuneración, en consonancia con las responsabilidades que se le iban a asignar.

Estos informes provocaron la derogación del decreto anterior para dar lugar al definitivo Decreto del 13 de mayo, auténtico decreto fundacional de la Guardia Civil. En su organización lo hacían depender del Ministerio de la Guerra en cuanto su organización, personal, disciplina, material y haberes, y del Ministerio de Gobernación en lo relativo a su servicio y sus movimientos. Compuesto inicialmente de catorce jefes, 232 oficiales y 5.759 guardias, repartidos en catorce Tercios. En cada uno de estos Tercios se encuadraría un número variable de compañías de infantería y un escuadrón o sección independiente de caballería.

En el verano de 1844 se inició el reclutamiento de los primeros aspirantes, que fue muy superior al de plazas ofertadas, permitiendo una rigurosa selección, que fue complementada con una instrucción minuciosa y exigente. El duque de Ahumada presentó una larga lista de obligaciones, sacrificios y deberes, negando al cuerpo militancia política. Lo esencial era que sirviera a España y a los españoles, independientemente de la forma política del momento. A pesar de que a lo largo de su brillante historia tuvo que sufrir, demostró en todo momento su independencia, rigiéndose por sus normas y preceptos.

En el poco espacio que me queda , destacar que el honor es su principal divisa; su carácter humanitario y heroico ¡tantas veces demostrado!; ha realizado misiones internacionales, servicios de escoltas, agrupación de tráfico con sus equipos de auxilio en carretera, protección de la naturaleza, desactivación de explosivos, servicio de montaña, actividades subacuáticas...

Es un cuerpo de policía integral de carácter militar.