La Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (Avite) considera que el hecho de que el segundo congreso mundial de personas afectadas por este fármaco se celebre en territorio español es una "provocación" por parte de los afectados alemanes.

Esta afirmación la realiza Avite en un comunicado hecho público después de que se anunciase que unas 200 personas participarán del 4 al 11 de julio en Tenerife en el segundo congreso mundial de personas afectadas por la talidomida, fármaco recetado entre 1958 y 1963 que provocó malformaciones a unas 20.000 personas en todo el mundo.

Avite asegura que esta organización no ha participado en la organización o preparativos del encuentro que, añade, ha sido organizado por afectados alemanes.

"Nosotros no nos podemos permitir estos lujos, cuando precisamente estamos reclamando en España indemnizaciones por parte de la farmacéutica y también pensiones por parte del Gobierno", se señala en el comunicado de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España.

Para Avite, es una "provocación" que los afectados alemanes, que cobran 7.000 euros al mes tanto del gobierno alemán, como de la farmacéutica Grünenthal, hayan confirmado en una nota de prensa, que en dicho encuentro participan afectados españoles.

Explica Avite que si algún afectado español, "de los poquísimos españoles que cobran la pensión de 7.000 euros del gobierno alemán, que son 5 y que no pertenecen a Avite, van a acudir a dicho encuentro en Tenerife" ellos lo desconocen.

El encuentro al que se refiere Avite fue anunciado ayer por la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro, Ashotel, en un comunicado en el que señalaba que la reunión tendrá lugar en el Hotel Mar y Sol, ubicado en el municipio tinerfeño de Arona.

Al encuentro asistirán personas procedentes de Australia, Irlanda, Gran Bretaña, Suecia, Noruega, Dinamarca, EE.UU, España, Italia, Austria, Países Bajos y varios países de América Latina, según los organizadores.

La talidomida fue comercializada entre 1958 y 1963 por la compañía alemana Grünenthal, y se recetaba para calmar los nervios y evitar las náuseas de las mujeres embarazadas.

Se cree que en España hay 3.000 personas afectadas, que nacieron con carencia de extremidades o con malformaciones, y que con el paso de los años comenzaron a padecer una serie de problemas físicos que requieren determinados cuidados y terapias.

Ashotel señala en el comunicado que, a pesar de que el Gobierno español los reconoció como víctimas, la Audiencia de Madrid revocó en octubre de 2014 la condena al laboratorio Grünenthal por las malformaciones causadas por este fármaco en mujeres que lo tomaron y anuló el pago de la indemnización a los afectados, cifrado en 204 millones de euros, porque el delito había prescrito.

El caso está en manos de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, y serán los magistrados que la componen quienes decidan.

Cinco jueces de esta sala se reunieron el pasado 23 de junio para deliberar sobre el recurso que presentó la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (Avite) contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, que anuló sus indemnizaciones.