Una de las primeras acciones que tendrá que llevar a cabo el nuevo Gobierno conformado por CC y PSOE será la elaboración de los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de 2016. Tal y como recoge hoy EL DÍA, en su página 17, su diseño deberá comenzar este mismo mes. Su contenido marcará la senda por la que pretende moverse, durante los próximos cuatro años, el Ejecutivo que, con toda seguridad, va a presidir el nacionalista Fernando Clavijo. Los retos no son nuevos. El primero, el empleo. Y, a partir de ahí, todo lo demás: servicios sociales, turismo, sector primario, sanidad, financiación pública, política energética, etc. Con casi 250.000 personas registradas, a finales del mes de junio, en las oficinas de los servicios públicos de empleo, sería un error plantear otra política distinta a la de facilitar la generación de puestos de trabajo en las Islas. Debe ser el objetivo primordial de todos los miembros del nuevo Ejecutivo. Muy ligado a esta batalla contra el desempleo está la de convencer al Gobierno de Mariano Rajoy de la necesidad de cambiar, sin más demora, el actual sistema de financiación autonómica, que mantiene a las Islas asfixiadas. Reemplazar el enfrentamiento por el diálogo fluido con la Moncloa será otra de las piedras de toque de los nuevos rectores regionales, sin que ello suponga agachar la cabeza ante todas las directrices que emanen del poder central. Nada de eso. Canarias -y el nuevo Gobierno debe propiciar una verdadera unidad de acción en la defensa de los intereses de las Islas, al igual que ocurre en otras comunidades autónomas- ha de ser capaz de plantar cara con firmeza a lo que haga falta sin cerrar por ello los canales de comunicación que siempre han de existir con el Estado.

Los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de 2016 también serán una buena prueba de que en el Archipiélago no hay unas islas más privilegiadas que otras. Existe el temor de que, al final, Gran Canaria, que va a explotar hasta la infinidad el hecho de que los futuros presidente y vicepresidenta del Gobierno autónomo procedan de Tenerife, se vea recompensada. No porque tenga razón, que no la tiene, sino para cerrar la boca de ciertos sectores, políticos y empresariales, que no van a callarse hasta ver satisfecha su reclamación de tener un mayor peso económico en el futuro Ejecutivo como contrapartida al origen tinerfeño de Fernando Clavijo y Patricia Hernández. La desfachatez es tal que ya han puesto sobre la mesa el nombre -por supuesto, canarión- del futuro consejero de Economía, Energía, Industria y Comercio y las competencias que debe asumir para que el citado departamento se convierta en el "más potente" del Ejecutivo que va a presidir el exalcalde de La Laguna. ¿Para qué quieren más?

Y hablando de La Laguna, esta semana que ahora termina se constituyó el Ayuntamiento de la Ciudad de los Adelantados, poniendo fin a la incertidumbre que existía sobre quién iba a gobernar sus destinos. Resueltas las dudas y conformado el equipo de gobierno, ahora lo que toca es ponerse a trabajar sin demora. La fiesta terminó.