Un equipo agresivo, dinámico, que juegue en el campo del rival y que llegue al área a través de la velocidad de sus futbolistas de ataque. Estas son las claves de la idea de Raúl Agné, la misma que intentó desarrollar en su primera estancia en el banquillo del Heliodoro. Ahora, de su parte está la facultad de buscar los jugadores que considere adecuados para esa idea.

Del ejercicio del Tenerife 14-15 pueden sacarse momentos que sirven para ilustrar lo que busca Agné ahora. Por ejemplo, el gol de Maxi Pérez al Leganés, que nació de una presión avanzada del equipo, un pase profundo por dentro de Juan Carlos Real y una exhibición de velocidad del delantero uruguayo. Tres cualidades, presión, precisión y velocidad, que marcarán la búsqueda del estilo Agné.

Esta idea se puede desarrollar a partir de dos dibujos. El primero es el que ya utilizó la pasada campaña, con dos puntas fijos, cerrados por dentro (como hacía con Ifrán-Maxi, ahora uno de ellos podría ser Pedro Martín), un extremo abierto en banda (Suso) y un volante en el otro costado (el sustituto de Juan Carlos o Cristo Martín), con la idea de que este abandone su zona, se meta por el centro y descubra la banda a un lateral izquierdo, uno de los objetivos del mercado, que tenga cualidades para atacar, llegar a la zona del área contraria y terminar bien las jugadas. La inclusión de este futbolista desplazaría a Raúl Cámara a la derecha. Además, es necesario incorporar a ese otro zurdo que juegue de centrocampista por la izquierda.

El segundo modelo parte de la figura de cuatro atacantes fijos, los dos delanteros por dentro y dos extremos abiertos en los costados. Es una alternativa que ya manejó Agné en los últimos partidos de la pasada temporada, cuando apostó por Omar Perdomo en el carril de la izquierda. La apuesta dejó muy satisfecho al entrenador aragonés. Ahora bien, para esta manera de jugar la vale con Jairo, que es un especialista de la banda, pero también con un futbolista como Pedro Martín, que ya ha jugado en los costados.

En cualquiera de los dos modelos, la influencia de la pareja Aitor-Vitolo es absoluta. Todo el ataque nace en la presión.