La crisis ha ido unida a un aumento del consumo de alcohol y cannabis entre los españoles, según se desprende del estudio ''Perfil de las Personas atendidas por las entidades de la UNAD'', elaborado por la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD).

Aunque, según el presidente de la organización, Luciano Poyato, no se puede afirmar que la crisis ha provocado este incremento, cuando se analizan los patrones de uso de sustancias ilegales durante los últimos años se observa que desde el comienzo de la crisis ha aumentado la ingesta abusiva de alcohol, especialmente entre las mujeres.

Además, las demandas de ayuda por cannabis se han "multiplicado" en los últimos años. En este sentido, el informe ha mostrado un consumo problemático de esta sustancia entre los jóvenes, quienes, debido también a la crisis, están experimentando problemas para acceder al mercado laboral.

"Actualmente hay un desempleo juvenil masivo. Cuando las personas no se han desarrollado plenamente en la sociedad y llevan bastante años de adicciones no tienen una disciplina y, por ende, tienen graves problemas para reinsertarse", ha aspotillado la socióloga y una de las expertas que han participado en el estudio, Celia Díaz.

Precisamente, uno de los datos "llamativos" de la investigación, realizada sobre una muestra de 369.312 personas que han acudido a un centro de UNAD, es que el 10 por ciento de los que han recibido atención han sido menores de 16 años, especialmente por problemas con el consumo de cannabis. Además, en estas edades suelen aparecer patologías duales asociadas como, por ejemplo, trastornos psicológicos o psiquiátricos.

Las mujeres han sido otro de los principales focos de atención que han puesto los expertos sobre la mesa. Y es que, está aumentando el número de mujeres con problemas de adicción, sobre todo por alcohol, aunque por cada mujer que solicita ayuda lo hacen cuatro hombres, lo que demuestra el "estigma" social que lleva aparejado el uso de sustancias ilegales por parte de ellas.

"Sufren un desprecio social mucho más elevado que los hombres", ha insistido Poyato. En este punto, Díaz ha informado de que el 90 por ciento de las mujeres que acudieron a un centro de UNAD y que tenían pareja reconocieron que sufrían algún tipo de violencia de género.

ENTRE 26 Y 44 AÑOS: PRINCIPAL FRANJA DE EDAD EN LA QUE SE PIDE AYUDA

Ahora bien, a nivel general, el trabajo ha desvelado que entre los 26 y 44 años es cuando un mayor número de personas socilita ayuda (50% de los hombres y 48% mujeres), seguido de los mayores de 44 años (24% hombres y 26% mujeres) y de aquellos con edades comprendidas entre los 16 y 25 años (17% varones y 16% mujeres).

Las personas atendidas poseen mayoritariamente estudios primarios, aunque las mujeres que han acudido a los servicios de UNAD tienen, en general, un nivel más alto de estudios que los hombres. Por ej,plo, las usuarias con educación universitaria representan el 7,3 por ciento, sienmdo este porcentaje del 5,8 por ciento para los hombres.

Por otra parte, el 61 por ciento de las mujeres y el 50 por ciento de los hombres que solicitaron ayuda estaban desempleados, el 30 por ciento de los varones y el 22 por ciento de ellas trabajaba, el 13 por ciento de los hombres y el 14 por ciento de las mujeres estudiaban y el 7 por ciento y el 3 por ciento, respectivamente, combinaban estudios con trabajo.

La mayor parte de ellos gozaba de una buena salud, ya que el 60 por ciento de ellos y 54 por ciento de ellas no tenían ninguna enfermedad y, de hecho, sólo el 9 por ciento de los varones y el 11 por ciento de las mujeres padecían el virus del VIH.

Finalmente, otros datos aportados por el estudio es que la mayoría de las personas con problemas de adicción consumían varias drogas, sobre todo los hombres; la vía de consumo suele ser fumada o inhalada; y la mayor parte de las personas que estaban siendo atendidas llevaban consumido más de 10 años.

"Este estudio aporta unformación muy útil desde el punto de vista de la orientación de las políticas futuras, ya que la muestra representa casi a la totalidad de las personas que están siendo tratadas por adicciones por parte de las entidades del tercer sector. Además, es importante que haya sido elaborado desde una perspectiva de género ya que las mujeres son especialmente penalizadas cuando tienen un problema de adicción", ha zanjado el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín.