El 10% de las personas que demandan tratamiento en los centros de la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD) -atienden a cerca de 370.000- son menores de 16 años y acuden en su mayor parte por un consumo problemático de cannabis.

Este es uno de los datos destacado por los autores del estudio del perfil de las personas atendidas por las entidades de UNAD, la mayor red de Europa dedicada a la atención de los problemas de adicciones y que está integrada por más de 260 entidades.

El estudio fue presentado ayer por el presidente de esta plataforma, Luciano Poyato; la socióloga Celia Díaz, y Francisco Babín, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, la institución que ha financiado este informe para el que se ha entrevistado a más de 46.000 personas, entre profesionales y pacientes.

Este porcentaje del 10% de menores de 16 se puede explicar, según Babín, porque "a determinadas edades hay una mayor tutela de las personas adultas y, en el caso de los adolescentes, muchas veces se acude a los centros ante el consejo de alguna persona adulta que está tomando conciencia de ese problema". Pero a este dato hay que sumarle otro: otro 17 % de los tratados tiene entre 16 y 25 años.

Ante esta situación, y al haber detectado un "aumento significativo" de personas que demandan tratamiento por cannabis y de sus derivados, Poyato llamó la atención sobre este uso problemático, "a pesar de ser una sustancia considerada socialmente de menor riesgo". Babín insistió en que hay que seguir peleando para eliminar ese mensaje de inocuidad, sobre todo porque ahora las variedades de la planta tienen contenidos del principio activo "mucho más altos que antes", alertó.

Así, la marihuana que circulaba por España hace una década tenía un contenido del principio activo del 4% o 5%, pero ahora "es fácil encontrarlo del 15% o más". "Y eso tiene sus consecuencias", advirtió.

No obstante, el grupo de personas asistidas mayoritario tiene entre 26 y 44 años, "cuando suelen tocar fondo y ven que la sustancia les genera un problema".

es el tramo de edad en el que se encuentra la mayoría de las personas atendidas por drogodependencias. Es el momento en que "suelen tocar fondo y ven que la sustancia les crea problemas".

La mujer, más expuesta a problemas psicológicos

El estudio sobre drogodependencias, realizado por el Colegio de Sociólogos, está enfocado desde una perspectiva de género, y la mujer resulta especialmente penalizada cuando tiene un problema de adicción. "Las mujeres con adicciones -observó Luciano Poyato, presidente de la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente- sufren un desprecio social muy superior al que experimentan los hombres y hay mayor prevalencia de problemas psicológicos entre ellas, quizás por ese miedo al estigma". De ahí que por cada mujer que solicita ayuda en los centros, acuden cuatro hombres. Pero además se ha constatado que la mayoría de las mujeres con problemas de adicción y que tienen pareja sufren o han sufrido violencia de género. Las drogas que han consumido más las mujeres atendidas son, por este orden, el alcohol, la cocaína y la heroína, y entre los hombres la cocaína, el alcohol y la heroína.