Se publicó el día 30 de junio en el periódico EL DÍA una noticia relativa a la romería de la bajada del trono de la Virgen de las Nieves, de la que luego se hizo eco algún otro medio, que me ha obligado a escribir estas breves líneas en aras de la verdad y porque, en unión de mis compañeros y amigos, me siento directa e injustificadamente maltratado con parte del contenido de la aludida noticia. La más elemental justicia requiere y exige que se oiga a las dos partes.

La realidad de lo ocurrido nada tiene que ver con tensiones, privilegios, apellidos e insultos, como se dice en la publicación de la noticia que nos ocupa, y para acercarnos a la realidad tendré que remontarme al origen de nuestra actuación en las romerías de la Bajada del Trono:

Hace más de cuarenta años cuatro personas, entre las que un servidor se encontraba -ligados de una manera especial con el Santuario, por razones que ahora no vienen al caso-, fuimos llamados e invitados a trasladar las andas de baldaquino con el compromiso de hacerlo hasta el templo del Salvador y de cuidar de las andas hasta su entrega en este templo, y así lo hicimos. Posteriormente, por el entonces rector del Santuario -con el que tres de nosotros habíamos coincidido en un mismo centro formativo-, se me indicó que buscase a un grupito de personas altas y de mi confianza para contribuir en el traslado del trono y que así las andas siguiesen a hombros de personas altas para que se viesen bien entre la multitud de romeros, si bien durante el trayecto las andas se le iban dejando a los romeros que nos lo pedían. A partir de entonces se siguió haciendo lo mismo por ese nuevo grupo de personas y siempre a ruego y requerimiento del que seguía siendo el rector del Santuario. Ni esas personas ni los cuatro primeros fueron elegidas por su apellido, ni por su clase social, ni por nada que se le parezca, pues está claro que nada de ello es relevante ni tiene que tomarse en cuenta en forma alguna a la hora de afrontar actividades como la que ahora nos ocupa, ni ninguna otra. La única razón fue la antes dicha, y ello siempre a ruego, repito, del entonces rector del Santuario.

En todos estos años nunca nos hemos considerado como detentadores de derecho alguno para el traslado de las andas ni poseedores de exclusiva alguna al respecto. Lo que veníamos haciendo lo hacíamos por la razón dicha.

Se dice en la aludida noticia de prensa que nosotros zarandeábamos las andas en un "paseíllo" delante de las cámaras de televisión. Es verdad que lo hacíamos, pero no hacíamos un "paseíllo" para las cámaras de televisión, lo hacíamos, levantando y haciendo girar las andas, a los sones de la música canaria, y ello para el pueblo, los romeros y nosotros mismos y en honor de la Virgen de las Nieves, y siempre se nos dijo que eso gustaba. E incluso a tal fin se había reforzado las andas con un armazón interior de hierro. Y eso no implicaba ninguna falta de respeto a la Virgen y sus elementos, sino todo lo contrario. La religión y sus fiestas y sus ritos tienen que ser motivo y causa de júbilo y alegría, y el que piense lo contrario, entiendo que anda equivocado, dicho sea con todos los respetos.

Han pasado muchos años, es verdad, y por esa razón y sencillamente porque ese paso del tiempo lo vamos notando todos en nuestros cuerpos, precisamente para la Romería de este año 2015 habíamos decidido no acudir a la cita, y así se lo hicimos saber al presidente de Los Custodios y uno de los camareros de la Virgen, pero por este se nos pidió por favor que no dejásemos de acudir este año, y tanto se nos insistió por favor que decidimos acudir una vez más, y a tal fin se nos reservó por el dicho presidente una mesa en el restaurante que está muy próximo al Santuario, donde almorzamos -lógicamente por nuestra cuenta, y lo digo para evitar suspicacias-, dado que el traslado al Santuario ese día se hace muy complicado.

Una vez en el Santuario se nos dijo que las andas de baldaquino serían sacadas del Santuario, hasta el exterior de la puerta, por los Custodios. Así se había hecho también en la ocasión anterior, y como es lógico y natural no hubo ningún tipo de incidente ni reticencia por nuestra parte, como tampoco la había habido en el año 2010. Y se nos dijo que allí se nos entregarían las andas al igual que en las veces anteriores. Para ello, y sin ni siquiera pedirlo, por el presidente de los Custodios se nos entregaron unos varales de apoyo que llevan los cargadores y que se usan para asentar las andas en las paradas o descansos, y por esa razón salimos del Santuario y nos pusimos junto a las repetidas andas en el exterior del Santuario. Llegado el momento, y sólo entonces, se nos dice que tampoco en ese momento se nos entregarían, sino al salir de la plaza como a cualquier otro romero. Por tal motivo entregamos sin protesta alguna los referidos varales, y esperamos -ya que habíamos venido-, a tener la oportunidad de cargarlas, lo que hicimos alternativamente con otros romeros y Custodios por breves momentos, y luego nos fuimos con el resto de romeros. En ningún momento nos opusimos a nada ni discutimos ni protestamos por nada, y desde luego no se insultó a nadie, entre otros motivos porque no había nada por lo que hacelo, ya que nunca hemos sido detentadores de derecho alguno al respecto, ni nunca hemos hecho valer o alegado semejante argumento. Lo que sí es cierto es que nos encontramos contrariados, pues nos habían hecho ir, a pesar de nosotros haber manifestado nuestro deseo de no querer hacerlo.

Y para terminar, siento la necesidad de decir que me considero una persona progresista, dialogante, respetuosa y tolerante, y puedo decir con orgullo que jamás he insultado a persona alguna, y, además, que nunca me he querido mostrar superior a nadie, entre otros motivos porque sencillamente no lo soy. No está la verdad en romper y destrozar, sino en intentar lograr que todos vivamos en paz y lo más felices que sea posible.

Si he molestado a alguien con estas líneas, lo siento profundamente, pues no es esa mi intención, y en tal caso, le pido disculpas.