Es algo consustancial con el devenir de las dos capitales canarias. Qué decir con las dos capitales, con las dos islas mayores: Tenerife y Gran Canaria. Y no se aminora. Ni aún se atempera. En estos últimos días se ha manifestado nuevamente. No de la mano de las burguesías de cada una de las islas. No. Se ha hecho patente en el seno del PSOE de Canarias, con motivo de la configuración del nuevo Gobierno de la Comunidad.

Resulta que para esa configuración del Gobierno, la vicepresidenta in péctore, Patricia Hernández, a la sazón en estado de buena esperanza, había nominado a una persona para una Consejería. Alguien de los socialistas de Gran Canaria, que no fue el secretario general, José Miguel Pérez, se dirigió a la Ejecutiva Federal, o al secretario general, don Pedro Sánchez, directamente, para poner el grito en el cielo porque en el Gobierno de Canarias iba a haber más miembros de Tenerife que de Gran Canaria. Y desde la Ejecutiva Federal, o de don Pedro Sánchez, se conminó a retirar la nominación que doña Patricia Hernández había propuesto al presidente del Gobierno, don Fernando Clavijo, para otorgar nombramiento a otra persona de Gran Canaria.

No me interesan los nombres de las personas afectadas, de aquí o de allá. No sé cómo habrá quedado el asunto en los nombramientos dispuestos por el presidente del Gobierno en la toma de posesión. Me interesaría, en todo caso, conocer las potencialidades de una y otra para desarrollar la actividad de la Consejería otorgada. Pero, que yo sepa, nada de esto, lo verdaderamente importante, ha trascendido. Al menos al momento que redacto este comentario.

Sí ha quedado patente, negro sobre blanco, la existencia de ese "Pleito insular" en el seno de una organización política, tenida por democrática, cual es el PSOE. Manifestaciones de don José Miguel Pérez, a la cadena SER en la mañana del día 9, trataban de aclarar que la Ejecutiva regional no había propiciado ese asunto. Asunto en el que sí había tomado parte la Ejecutiva Federal. Es algo que no se puede entender, en términos lógicos de funcionamiento de partido. Pero la lógica parece ser algo no consustancial con el PSOE de Canarias. Y no sólo ahora. Hace mucho tiempo.

No sé si doña Patricia Hernández ha sido definitivamente desautorizada en su propuesta a la configuración del Gobierno. No sé si don Fernando Clavijo habrá claudicado a las pretensiones de la Ejecutiva Federal del PSOE. El caso es que no parece ser un comienzo edificante y ejemplarizante. No debería ser asunto de cuotas de poder, o de representación. O de colocación.