Tanto insistieron en sus quejas, que al final lograron lo que pretendían. Y no será por no haberlo avisado con antelación, pues desde las páginas de EL DÍA se venía advirtiendo desde hace tiempo de que los movimientos de determinados sectores políticos y empresariales, jaleados por los medios de comunicación de Gran Canaria, eran muy sospechosos. Ahí lo tienen. El Gobierno de Canarias contará con un "superconsejero" -así lo han definido los propios demandantes, sin ocultar su alegría- de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento. Por supuesto, es canarión. Aunque, de momento, en Tenerife, al menos de cara al público, impera el silencio, ya hay voces que, en pequeños círculos, sí han mostrado su preocupación por esta maniobra. Conocen cómo se las gastan los de la isla redonda y no quieren que arramplen con todo. Y no van mal encaminados. Si aún quedaban dudas, basta con observar la estratagema desplegada, hasta pocas horas antes de que el presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, diera a conocer el nombre de las personas que componen su nuevo Ejecutivo, por los socialistas grancanarios, para que el departamento de Obras Públicas y Transportes no estuviera en manos de una majorera, sino de una canariona. Está claro que no es una cuestión de siglas, sino de la sangre que corre por sus venas.

Quizás, conocedor de las dificultades que va a encontrar, el nuevo presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, recordó a los consejeros, en el momento que juraron sus cargos, que habían sido elegidos para "servir a Canarias por encima de todos y de todo", y a ello les mandató. Ese debe ser el objetivo. EL DÍA estará vigilante, como lo ha hecho siempre, para que cumplan esta máxima. Pero, al igual que este periódico, también empresarios, sindicatos y las formaciones políticas tinerfeñas y del resto de las Islas deben permanecer atentas, pues en Gran Canaria no descansan.

Como habrá que estar ojo avizor y unidos para hacer frente al Gobierno central si insiste en su idea de recortar la financiación a las Islas. Tras el último Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrado esta semana, en el que se fijó el techo de gasto de las comunidades autónomas para 2016, las perspectivas no son muy halagüeñas. Más bien todo lo contrario, ya que Canarias tendrá que aplicar un nuevo recorte de 168 millones de euros. Por eso hay que alabar que entre las primeras decisiones de Fernando Clavijo, una vez que tomó posesión de su cargo, esté la de solicitar una entrevista con el presidente del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, con el fin de reclamarle un mejor trato para el Archipiélago en los Presupuestos Generales del Estado del próximo año.

Los recursos que logre Clavijo en Madrid deben servir, entre otras cuestiones, para mejorar el estado en que se encuentra un buen número de edificios en Santa Cruz, algunos de ellos propiedad del Gobierno de Canarias. Situaciones como la del Balneario o la del parque Viera y Clavijo hay que erradicarlas sin más demora.