El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, explicó ayer que "nadie le pidió a Casillas que deje el club", y que el traspaso del portero al Oporto responde al deseo del jugador de emprender una nueva etapa deportiva.

"Casillas nos trasladó su deseo y lo hemos aceptado", remarcó el mandatario durante su comparecencia en el palco de honor del Santiago Bernabéu, donde estuvo acompañado por Iker.

Florentino Pérez justificó su comparecencia por la aparición de "informaciones confusas", tras la confirmación del adiós del excapitán del club madrileño, después de 25 años en el club, en el que conquistó 19 títulos. Todos ellos estuvieron expuestos sobre el césped del Bernabéu.

El mandatario aseguró que Iker se merecía que la entidad atendiera su petición "como reconocimiento a una trayectoria única". "Comprendo a Iker cuando toma la decisión de emprender una nueva etapa".

El presidente lamentó que Iker haya tenido que soportar "dos años de mucha presión" por los silbidos recibidos desde la grada.

"Es incomprensible", denunció Pérez, "que un sector de la afición no se haya comportado adecuadamente". "Espero que nos sirva de reflexión para el futuro y para que no se repita".

Preguntado sobre la austera y sencilla despedida que Casillas vivió el domingo, señaló: "Fue como él quiso", aclaró Pérez.

El partido de despedida de Iker podría ser el 12 de agosto entre el Real Madrid y el Oporto.