El recinto ferial de Santa Cruz de Tenerife es desde ayer la capital de la tecnología, una ciudad de 15.000 metros cuadrados que diseñó Santiago Calatrava y cuya nave central ayer ocupaban 2.100 teleperos. Este es el gentilicio del habitante de TLP Tenerife, una fiesta de la informática que comenzó de forma humilde en una funeraria y que hoy ocupa el corazón que late al ritmo del videojuego.

En el país del telepero, su oficio es "aú, aú, aú", pues también tiene su jerga. Aquí, desde anoche y hasta el próximo domingo, unos se afanarán en las luchas del LOL, otros en FIFA, Heartstone, Counter... Después de diez ediciones, la ciudad TLP tiene hasta pueblos, o clanes, por seguir con el dialecto. Casi un centenar, como "Peludos", los más viejos; "Elvis Tec" o "El Oso Yonki" .

El telepero tiene entre 20 y 30 años; da lo mismo el sexo o su lugar de procedencia. Por sus venas no corre sangre, sino bits, de ahí que la convivencia sea fraterna, sin malos rollos. Todos a una: "aú, aú, aú", como gritan cuando su padre y mentor, Antonio Cabrera, de Innova 7, dice aquello de: "Telepero, ¿cuál es vuestro oficio?".

La TLP tiene dos facetas, una dedicada al juego y otra de formación tecnológica.

Aco es un ejemplo de la fiebre del telepero. En su caso, telepera. Casi 48 horas desde que salió de su Córdoba natal y llegó al mediodía de ayer al recinto ferial. Su equipaje, "un periférico" más la torre. Ella pertenece a uno de los clanes, que se han pertrechado con camisetas con logo y el nombre estampado, como todos aquellos grupos organizados que se reparten en más de las mil mesas instaladas por la nave central del recinto ferial.

Desde el mediodía de ayer hasta cerca de la medianoche, fue el período de montaje, instalación, aproximación y conocimiento de los participantes, porque el trabajo de la organización comenzó hace un mes.

A las 22:00 horas de ayer, el encendido. En Córdoba activan el pórtico de la feria, y aquí, en TLP, encienden las pantallas de los ordenadores para inaugurar la fiesta.

Antonio Cabrera cuenta con 50 "staff", que son sus ojos de un equipo humano de más de 200 voluntarios que, según el logotipo que llevan en una manga de la camiseta, son conocedores en juegos, incidencias y VIP (invitados).

En TLP, sale el sol, pero el día dura desde ayer hasta el domingo. Y quien no aguante, una cabezada sobre el teclado o a dormir en uno de los colchones que trajeron junto a un ventilador.

Además de la bebida energética, ayer a un euro con gafa con cristales de espejo de regalo, torneos de espontáneos durante toda la noche para alimentar la novelería...

Los más de 2.100 teleperos han pagado 60 euros, la entrada más barata, hasta 120 por la premium, que incluye hasta almohadilla de ordenador... En la sala central del recinto, mucha tecnología de calidad, capaz de virguerías como con el "oculus", que permite viajar en una montaña rusa sin moverte de la silla. Un ejemplo mínimo del ingenio que caracteriza la capital de la tecnología.

Teleperos, ¿cuál es vuestro oficio? ¡Aú, aú, aú!