Con amplio recorrido parlamentario, pero sin experiencia en la gestión municipal, Flora Marrero toma las riendas de una Concejalía vital para La Laguna: Bienestar Social. Es un reto difícil que dice afrontar con responsabilidad.

¿Cómo afronta este reto?

Con toda la responsabilidad que supone gestionar el área de Bienestar Social, que engloba a menores, mayores, familias...

¿Le preocupa algo en especial?

Las familias en exclusión social. Uno de los objetivos es evitar que aquellas que están en riesgo de exclusión den el siguiente paso. Creo mucho en la prevención y ahí hay que hacer un esfuerzo tremendo.

En campaña se hizo hincapié en las personas mayores.

La política de personas mayores no puede ser solo asistencialista. Tienen que participar en la sociedad. Hay un potencial tremendo con ellos, lo que se denomina el envejecimiento activo. Está demostrado que la convivencia entre generaciones es buena. (...) No nos podemos limitar a darles guaguas y atenderlos en los centros.

¿Y menores y familia?

Los menores están sobreprotegidos por las familias, pero cuando llegan a la adolescencia ocurre lo contrario. Hay que actuar. Y también en el trabajo con las familias. Hay que asimilar la realidad: los nuevos modelos de familia. Va a haber un apoyo a todos esos modelos. Sin olvidar los problemas de violencia de género en la adolescencia, en las redes sociales...

Pero estos no son problemas solo de ámbito local. ¿Se requiere un tratamiento integral?

Bienestar Social tiene una característica fundamental mandatada por el alcalde: tiene que tener un carácter transversal. Es decir, trabajaremos con el resto de áreas.

Al margen de cuestiones puntuales, esta es un área que ha tenido buenas críticas.

Eso es gracias a los dos anteriores concejales, Blanca Pérez y Miguel Ángel González, y a Fernando Clavijo. Me he encontrado un equipo humano y con mucha sensibilidad que va más allá del trabajo diario. Se tratan problemas de personas, y eso no se puede olvidar cuando te vas a casa. (...) Se me hizo un nudo en el estómago cuando llegué el lunes y vi la cola de personas que esperaban para pedir cita. Son personas con problemas. Aquí no se puede ver un expediente con números.

¿Son suficientes las ayudas?

Lo que está claro es que no se pueden disminuir. Me gustaría que aumentasen, pero eso depende de la Concejalía de Hacienda. Aunque ahora mismo se está atendiendo bien. Ninguna persona está dejando de percibir una ayuda por falta de financiación.

Se han denunciado retrasos.

Eso hay que mejorarlo, pero a veces no se debe exclusivamente al ayuntamiento sino a otras instituciones. Eso hay que corregirlo.

El PP defendió como lema que la mejor política social era crear empleo. ¿Hay gente que se ha acostumbrado a vivir de la ayuda y rechaza trabajar?

Uso una frase de Pablo Pineda: "Quiero un lugar en la sociedad a través del empleo". Eso se puede aplicar a todas las personas que están en exclusión. A nadie le gusta vivir solo de las ayudas. El empleo, aparte de que es una manera de vida, dignifica a la persona en la sociedad. Ojalá pudiésemos atender a todos los parados con un trabajo.

¿Es aplicable ahora su experiencia parlamentaria?

Como diputada he estado en contacto con todos los colectivos que he podido. Ya los conozco. He sido como una concejala-diputada. Para mí ha sido un avance, ahora que soy solo concejal.

También gestiona Vivienda. ¿Cuál es la mayor preocupación?

Muvisa. Espero que se firme de una vez el convenio de Las Chumberas. Es el mayor impulso que se le puede dar a esta sociedad pública. Muvisa tiene un potencial social que hay que aprovechar. Es decir, que no nos vamos a limitar solo a la rehabilitación.

Con las nuevas relaciones Canarias-Estado se podría acelerar esta firma.

Espero que la primera visita de Fernando Clavijo a Madrid, después de la entrevista con José Manuel Soria, sea para firmar el convenio.

¿Confía de verdad en una nueva etapa?

Tiene que abrirse una nueva etapa.