En la encrucijada de su proceso formativo, en 2009, este bailarín formado en Madrid y Londres con beca del Gobierno vasco se planteó mostrarse ante el público a través de un lenguaje coreográfico que pudiera adaptarse y dar respuesta a unas inquietudes específicas. Fue así como nació la original propuesta Ai Do Project, una peculiar fusión de danza contemporánea y aikido, el arte marcial japonés.

"A nivel físico y de ejecución de movimientos tienen similitudes", asegura Iker Arrue. Del aikido destaca su "respeto" y el cuidadoso ceremonial en ámbitos como la relación entre las personas, de ahí que censure cómo "la sociedad actual, que potencia el éxito inmediato, genera individuos impacientes", que se hayan perdido "valores como el esfuerzo y la constancia".

En los montajes "Ojos en la nuca" y "Because who is perfect?", que presenta hoy y mañana a las 20:30 en el teatro Victoria, intervienen las bailarinas isleñas Carmen Fumero y Dácil González. "El carácter canario es extravertido y generoso, unos rasgos que se manifiestan en escena", dice.

De la primera pieza, un dúo, explica Arrue que supone "un estudio del comportamiento humano ante la carencia de algún sentido", mientras "Because who is perfect?", estreno y basada en un superviviente de un campo de concentración nazi, reflexiona "sobre la desesperanza o el sufrimiento".

Se lamenta del déficit cultural y educacional que el poder propone, en su objetivo de mantener una sociedad "manipulable", y subraya cómo "la transición de la danza, pasando de lo clásico a la vanguardia sin pasos intermedios" ha provocado un distanciamiento entre artistas y públicos.