La Fiesta del Agua era un encuentro familiar organizado por la gente del barrio. Hacía calor, pleno verano y era una forma de divertirse. Ahora, ¡ni se parece! El objetivo sigue siendo el mismo: pasarlo bien, pero se ha convertido en un encuentro mayúsculo, multitudinario, al que acuden personas, la mayoría jóvenes, de cualquier rincón de la Isla.

Para describir la fiesta, lo mejor era acudir. Y para ir, lo más sencillo era bajar en transporte público. Guagua del centro de Los Llanos de Aridane al "corazón" de Puerto de Naos. De una u otra manera, en vehículo propio o ajeno, sorprende el despliegue policial en la zona costera. Un rato de cola y al final te encuentras una docena de guardias civiles que "bloquean" las puertas del barrio. Revisan algunos coches, miran a los ojos de los conductores... su presencia puede llegar a impacientar, a algunos incluso los "acojona", pero en realidad dan seguridad y se agradece. Lo ideal es que el que baje a aquella avenida venga para disfrutar, sin llegar ya "cargado".

A mediodía, se eligió a los más guapos de la playa. Un concurso así, de esos, de cuerpos. Ganó la candidata número "2" en chicas y el "5" en chicos. No me pidan los nombres: hasta ahí no llegó el cronista, pero algunas no entendieron que para mostrar el perfil izquierdo, como pidió el jurado, hay que girarse un poco a la derecha y no al contrario. Los nervios. Va a ser eso... A esa hora, todavía la avenida Puerto de Naos era transitable.

Lo mejor es esperar al mogollón, a que la fiesta se anime, en la playa. Mochila, toalla y bañador. El agua en agosto (al menos ayer) ya no está tan fría y en Puerto de Naos un baño te alegra la vida. Subes de nuevo a la avenida y buscas un restaurante para comer. Evitas los autobares, pero la realidad es que la mayoría de establecimientos optaron por meter barras y evitar comidas en las mesas. Afortunadamente, no fueron todos. Un italiano cercano mantuvo la calidad de su servicio. ¡Gracias!

La música de 40 Principales suena con fuerza. Sobre las tres, quizás eran las cuatro, la avenida es un hervidero. ¿Cuánta gente? Miles. ¿Cifra más concreta? Ni idea. El ayuntamiento instala "duchas" giratorias, es, para ser más exactos, como el riego por aspersión que se utiliza en las plantaciones agrícolas. Y por si eso no era suficiente, personal municipal usa mangueras de bomberos con una fuerza descomunal. Te salva que las personas que las utilizan saben controlar los impactos.

En el escenario se rotan los artistas. Cantantes, DJ... dicen que son conocidos. Eso dicen. Otra cosa es que el que escribe conozca a alguno para contárselo. Pero es una música pongamos que entre divertida y machacona. Adaptada, para resumirlo, a una fiesta que se prolonga hasta cuando la tarde "muere".