Las relaciones entre el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, y su socio de gobierno, Aurelio Abreu, parecen volver a su cauce tras haber dicho el pasado viernes que tenía que "trabajar por la isla y dejar de hacer declaraciones que corresponden a la vieja política".

"Viendo la actividad que está desarrollando estos días, poniendo en marcha el plan de cooperación, al final ha atendido el consejo que le he dado", ha señalado Alonso a los medios al ser preguntado por este asunto.

En cualquier caso, el presidente ha dicho que las relaciones con su socio de gobierno son "correctas", y que "una cosa son las cuestiones personales y otra las dinámicas de trabajo", dijo.

También ha tenido palabras para el concejal socialista Javier Abreu, quien aconsejó a Alonso que se tomase "un trankimazin" por haberle acusado de intentar "dinamitar" el pacto suscrito entre CC y PSOE.

"La verdad es que tengo un espíritu bastante tranquilo y lo único que hacía la semana pasada es analizar la situación y ver lo que podría pasar si no se reconducían algunas cosas", recalcó el presidente.