Se encontraba en excedencia forzosa de la empresa gubernamental Canarias Cultura en Red, donde ocupa plaza en propiedad como técnico desde 2008, y por tal razón presentó con fecha 1 de julio una carta renunciando al cargo de gerente del Organismo Autónomo de Cultura (OAC), puesto que desempeñó durante el mandato anterior, desde el 26 de agosto de 2011, en el área que dirigió la socialista Clara Segura.

Jerónimo Cabrera Romero (Telde, 1974) asegura: "El arte que más me gusta como gestor es el de equilibrar los presupuestos".

¿Se siente molesto por que hayan decidido relevarlo del cargo de gerente del OAC?

¿Molesto? En ningún caso. Tengo claro que cuando uno llega a estos puestos cualquier día puede ser el último.

¿Pero lo suyo fue un cese?

No es un cese formal, ni una renuncia. Cuando me reúno con el nuevo concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz, José Carlos Acha (PP), me comenta que lo había hecho bien, pero que no contaban conmigo y su idea era nombrar a otro gerente. Por eso solicité que me cesaran lo antes posible.

¿Considera que para cubrir este tipo de cargos hay que dejar a un lado las filiaciones políticas?

Yo no estoy afiliado a ningún partido político; soy un profesional de la gestión cultural.

Pero los partidos muestran interés por colocar en esos puestos a gente del mismo credo, ¿no?

No seré yo quien vaya a hablar sobre esta circunstancia, pero como miembro de la Asociación de Profesionales de la Gestión Cultural de Canarias, desde siempre he defendido que este tipo de puestos deben ocuparlos personas con un mínimo de cualificación y experiencia, una cuestión que también la pide la ley.

Y no siempre es así...

Pero sería lo deseable. Hablamos de estar al frente de organismos que manejan un presupuesto importante, con una responsabilidad pública y cualquiera no está cualificado para asumirlo.

¿Qué le parece cubrir estos puestos mediante concurso abierto?

No quiero meterme en este berenjenal, pero que se convoque un concurso no representa una garantía plena.

Y a manera de balance, ¿cómo calificaría la gestión del área de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz en el último mandato?

Me voy muy contento por la labor desarrollada, porque con la perspectiva del tiempo debe recordarse que llegamos en un momento donde el Ayuntamiento de Santa Cruz se encontraba casi en quiebra técnica, con problemas incluso hasta de imagen, salvando reticencias por parte de los agentes de la cultura en la capital, pero creo que logramos desarrollar una tarea defendible. Mucha actividad, participación...

¿Qué se dejó en la gaveta?

Me quedó la pena de un mapeo de los colectivos sociales y culturales de la ciudad. Los identificamos, hasta más de 80; tipificamos a las personas, las entrevistamos... Esa herramienta abría el camino para trabajar en la variable territorial de Santa Cruz y era la fórmula para descentralizar la actividad cultural. Espero que el nuevo equipo la retome.