107 partidos de Liga con el Tenerife, desde que debutó el 16 de septiembre de 2001 hasta que aportó lo suyo para confirmar, con el triunfo ante el Real Betis del 31 de mayo de 2015, la presencia del equipo en Segunda División una temporada más. De principio a fin, sobre todo en la etapa en el club que comenzó el verano pasado, siempre tuvo un desafío, el de ser partícipe de un ascenso de la escuadra tinerfeña a la máxima categoría.

Víctor Añino mantiene ese reto, un deseo "personal" que no tiene por qué vincularse a los mensajes que transmiten sus compañeros, los técnicos o los dirigentes, aunque, en el fondo, lo compartan.

"Tengo una meta a nivel personal. Me la marqué cuando empecé y la tendré hasta que me retire, y no es otra que la de ascender con el Tenerife a Primera División", confesó ayer en Radio El Día.

Sin el ánimo de comprometer a nadie con su planteamiento, el centrocampista reconoció que sí encuentra motivos para ser optimista en su nuevo intento de vivir ese ansiado ascenso. "Confío muchísimo en este grupo y creo que podemos pelear por metas importantes", apuntó sin obviar que el Tenerife 2015/16 se encuentra todavía en un estado embrionario y que está pendiente de ser reforzado con, al menos, tres jugadores más. "Vamos a ir con calma, partiendo desde la humildad y sabiendo cómo es la Segunda División y que, probablemente, nos encontraremos con plantillas y jugadores con más nombre, pero voy con lo mío a muerte y sé que podemos hacer cosas importantes".

Por tanto, Vitolo tiene claro cuál sería el desenlace perfecto de la Liga, pero también es consciente de que para alcanzar ese final será necesario superar etapas. "Nos hemos marcado varias metas, pero primero habrá que ir a por la más cercana", indicó refiriéndose a la conveniencia de que el Tenerife protagonice un inicio de temporada esperanzador, cuanto menos. "A partir de ahí tocará sumar la cantidad de puntos necesaria para asegurar la salvación", añadió Vitolo, que espera que al equipo le quede tiempo para algo más. "A medida que vayan pasando las jornadas habrá que pensar en otras cosas más importantes e ilusionantes".

En cualquier caso, llegó a la conclusión de que las opciones de éxito del Tenerife dependerán, en gran medida, del arranque del curso. "Debemos encarar el comienzo con fuerza y no dejar para otro momento las cosas que se puedan hacer ahora", explicó antes de confesar que le otorga "muchísima importancia a las diez primeras jornadas, porque esa fase suele marcar el devenir de la Liga".

A la hora de exponer argumentos para aferrarse a ese optimismo que desprende, aseguró que en el origen del nuevo ejercicio lo apostará "todo a la potencia del grupo más que a los nombres" de la plantilla. En esa virtud colectiva Vitolo no tiene dudas de cuál es su lugar. "Mi rol es el del trabajo. No soy ni de meter goles ni de dar últimos pases, sino de trabajar para que los demás se aprovechen. Sé perfectamente lo que tengo que hacer y siempre daré hasta la última gota de sudor. Quiero que se me valore por eso. A Suso lo valorarán por sus internadas, a Pedro por su cuenta anotadora, a Aitor y Ricardo por su trabajo y su distribución...", agregó.

Los canteranos de nueva generación también hallarán un hueco en el Tenerife, aunque Vitolo recomienda tener "una paciencia extra" con ellos. "No podemos confundirnos. Hay que apostar por la cantera, pero a su debido momento y siguiendo un proceso. No puedes darle a un canterano toda la responsabilidad desde el inicio, porque, a lo mejor, se vuelve en su contra con el paso de los partidos".

De todos modos, se mostró convencido de que los más jóvenes "responderán" a las nuevas exigencias. "Harán un muy buen año, pero son jugadores que han pasado de Tercera al fútbol profesional y eso no es nada fácil, porque van a competir con adversarios con mucha más experiencia".

En suma, Víctor Añino avanza por la pretemporada con la tranquilidad de saber que forma parte de un grupo responsable e implicado con el club. "Sin la calidad humana de estos jugadores, ahora estaríamos en Segunda B", afirmó pensando en las dificultades que superó el Tenerife el curso pasado para evitar el descenso. "Normalmente, un vestuario se suele resquebrajar en situaciones como la que sufrió este club. Y sucede que cada uno mira por sus intereses personales, pero eso es algo que no vi en este Tenerife".