No me refiero a la Selección Española de fútbol, a la que se le ha asignado ese calificativo para, al parecer, evitar lo de "española". Pretendo referirme a una señora, animalista ella, que es concejal de Juventud en el Ayuntamiento de Alicante.

Hemos podido conocer lo vertido en las redes sociales por esta señora, hoy concejal, cuando aparentemente sólo era animalista. Una sarta de insultos e improperios contra la familia real. Se puede estar en desacuerdo con algunos avatares de este o aquel miembro de la familia real, pero no es menos cierto que tales desacuerdos u opiniones se pueden y deben exponer con educación. Forma esta que debe emplearse en cualquier divergencia con persona física o jurídica.

La educación, el civismo, es algo que se mama en el seno familiar. También sucede, algunas veces, que pese a la buena educación de los progenitores y su dedicación a transmitírsela a sus hijos, alguno sale rana y tira por otros derroteros y comportamientos. Imagino que algo de esto lleva en su alforja vital esta señora que gusta ser llamada "la roja". Apelativo que en ella supone una ofensa para tantos "rojos" que en España hemos sido. Y digo "que hemos sido" porque tenía como saldado ya, a beneficio de inventario, las apelaciones a "rojos" y "azules".

Otro que también se despachaba incorrectamente en las redes sociales, antes de ser concejal en el Ayuntamiento de Madrid que preside doña Manuela Carmena, es el señor Zapata. Y sus excesos los ha venido a calificar como humor negro: "Forma de humorismo que tiene como tema lo macabro (lo feo y represivo de la muerte)". Creo que algún juez también ha considerado ese calificativo para quitarle importancia a aquellos excesos.

Puede que estas actitudes sean una nueva senda de los valores ciudadanos por la que una nueva casta política nos quiere hacer caminar. Ambos concejales proceden de la órbita, o círculos, de Podemos. Este partido cuya eclosión proviene de la ilusión transmitida a tantos ciudadanos descontentos, descorazonados, con el quehacer de los partidos tradicionales, de esa casta política que nos ha venido gobernado y de la corrupción propiciada por ellos y tan criticada por Podemos. Qué decir del miembro de Podemos en el Parlamento de Canarias, al que hace unas fechas entrevistaba Pepe Moreno en la televisión de EL DÍA ¡Qué cara de satisfacción al explicar las comodidades de viajar con cargo al Parlamento y además para reunión de partido! La casta.

Desilusión la que propician estos nuevos personajes públicos y la que induce don Pablo Iglesias cuando justifica estas y otras aberraciones.