Dicen que la fórmula de los cines al aire libre se importó a España desde los EEUU al final de la década de los 50 del pasado siglo. Todavía sigue llamando la atención aquella imagen pop de los autocines norteamericanos que proyectaban los filmes de la época, con jóvenes que se besaban en la intimidad de sus vehículos mientras consumían Coca-Cola y engullían fantásticas hamburguesas; una revolución ideológica para la sociedad de un país lastrado por la autarquía y alejado de los signos del progreso capitalista.

Quizás algunos vecinos de Santa Cruz de Tenerife mantengan aún viva en el recuerdo la estampa de aquellos históricos recintos donde se proyectaban películas al "aire libre". En algunos casos de manera obligada, mientras se procedía a levantar la estructura que les procurase una cubierta, y en otros como alternativa para el verano.

Sin duda, el más popular fue el cine Plaza, ubicado en el coso taurino santacrucero, que comenzó a ofrecer sesiones nocturnas ya desde 1928, regentado por varios empresarios y con Carlos Ojeda Zamorano en las funciones de gestor en el momento del cese de su actividad, en 1987, convertido casi en un fenómeno social y un mito.

También se refieren las crónicas al Ideal Cinema, propiedad de Domingo Pisaca, que estuvo instalado en un patio de la calle San Francisco Javier, lugar donde exhibió sesiones nocturnas desde el año 1946. La imagen peculiar se daba por la circunstancia de que al estar rodeado de edificios, los vecinos podían ver cómodamente las proyecciones desde las solanas o las habitaciones traseras de sus viviendas.

Los llamados "cines de verano" también han vivido su particular transformación con el paso del tiempo. Los actuales han marcado distancias respecto a aquellos espacios que se caracterizaban por exhibir las peores películas del año, las de serie B, y además en unas pésimas condiciones de reproducción, tanto de imagen como en cuanto a sonido.

Ahora se cuida la programación, con una variedad de propuestas que cubre un amplio abanico de públicos y en unas óptimas condiciones técnicas, así como ambientalmente atractivas.

El resurgimiento de esta alternativa de ocio en muchas ciudades en los últimos años, vinculado con la llegada del verano y las altas temperaturas, hay que relacionarlo también con el actual periodo de crisis. La estrechez de las economías impide a muchas familias abandonar la ciudad en época de vacaciones y el cine de verano ha encontrado en esta coyuntura un aliado perfecto para convertirse en protagonista de la gran pantalla. Al reparto de causas se añade el factor del cine al aire libre como acto social, de encuentro familiar y cierto aire de novelería, elementos intangibles pero presentes.

Lástima que la capital tinerfeña no adopte este perfil y en los meses de verano la pantalla de la ciudad proyecte un fundido en negro.

La azotea del Equipo Para y CajaCanarias

Los promotores del espacio cultural Equipo Para, en la calle de La Marina, exhiben su propuesta de cine al aire libre en la agenda de la capital tinerfeña. La filosofía, darle un uso lúdico a su azotea durante los meses de verano y, de paso, "inocular la adictiva magia del cine en un espacio atípico con hermosas vistas al puerto de Santa Cruz". El objetivo primordial, disfrutar del cine y de la azotea, "sacudirse la pereza y que la gente convierta la sesión en un evento entretenido, que disfrute compartiendo cine, un botellín frío y unas cotufas". Esta iniciativa arrancó el jueves 25 de junio, con la proyección de la película "El día de la bestia", de Alex de la Iglesia, y desde entonces cada jueves se han exhibido filmes, en versión original con subtítulos en español y sin horario fijo. Las proyecciones comienzan cuando sobre la ciudad cae la noche.

La Fundación CajaCanarias, por su parte, reedita su ciclo Caja Cine, que este año comenzó el 26 de junio en La Gomera y finaliza el 10 de septiembre, con más de cien proyecciones de películas de reciente estreno que se exhibirán por barrios y pueblos de la provincia tinerfeña. Esta iniciativa, de carácter gratuito, tiene como objetivo básico descentralizar la cultura.

El parque García Sanabria

Después de ocho años ininterrumpidos, el cine al aire libre instalado junto al reloj de flores del parque García Sanabria echaba el telón. Así sucedió un viernes, 15 de julio de 2013, cuando agentes de la Policía Local suspendieron la proyección aduciendo falta de licencia municipal. La Gestora de Usuarios del Parque García Sanabria, responsable de la organización de la actividad en colaboración con la cafetería del recinto, mostró su rechazo ante la actitud mostrada por los agentes y el Ayuntamiento ante lo que consideraron un boicot. Desde la Gerencia de Urbanismo, el concejal José Ángel Martín explicó que, a diferencia de años anteriores, los organizadores solicitaron un permiso para realizar esta actividad de julio a diciembre, lo que a su juicio representaba "pasar de ser un acto puntual de cara al verano a convertirse en una actividad continuada" y que, en consecuencia, se requería otro tipo de licencia. Y hasta la fecha.

La avenida de Anaga

Tampoco fraguó la idea que lanzaba el pasado año el concejal socialista Florentino Guzmán Plasencia, responsable de la Sociedad de Desarrollo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. El edil propuso entonces convertir la explanada de la avenida de Anaga que se encuentra situada frente al bar Capricho en un espacio dedicado a cine de verano al aire libre. Florentino Guzmán planteaba que las proyecciones tuvieran lugar durante los meses de julio y agosto, aprovechando la pantalla gigante de alta definición, de 5x3 metros, que se instaló en este punto de la ciudad con ocasión del Mundial de fútbol de Brasil. Y claro, gracias a las buenas temperaturas, sumado a la cercanía de locales de restauración, esta explanada de la avenida de Anaga, ganada al mar gracias a la obra de la Vía Litoral, se vendió como el emplazamiento ideal para acoger un cine de verano gratuito, reclamo para residentes y visitantes. Y, cómo no, una "alternativa más de ocio para la ciudad y una actividad de dinamización para la pequeña y mediana empresa de la capital", tal era el mensaje.