Cuarenta de los 53 estudiantes vascos que viajaban en el autobús siniestrado ayer en Lille, al norte de Francia, han vuelto hoy a Euskadi con el "susto" todavía en el cuerpo, pero "contentos" de estar en casa y con muchas ganas de descansar, según han señalado a su llegada.

Pasadas las tres de la tarde ha aterrizado en el aeropuerto de Loiu (Bizkaia) el avión en el que han regresado los jóvenes, algunos de ellos con vendajes y magulladuras visibles en sus cuerpos.

Finalmente han sido cuarenta -no cuarenta y cuatro, como se informó inicialmente- los pasajeros del autobús accidentado que han viajado en avión hasta Euskadi procedentes de París.

En el viaje de vuelta, han estado acompañados por dos familiares que se habían trasladado al lugar del accidente y un responsable de la agencia bilbaína Viajes Livingstone, operadora del autocar accidentado.

Los pasajeros que han llegado a Euskadi están bien en general, aunque uno de ellos ha presentado traumatismos con el paso de las horas que han motivado su traslado al hospital de Cruces, en Barakaldo (Bizkaia), para una evaluación más profunda.

El accidente ocurrió hacia las 5:30 horas de ayer domingo, cuando el autobús en el que viajaban 53 jóvenes vascos, dos conductores y cuatro acompañantes, quedó "decapitado" e incrustado en mitad de un túnel de techo demasiado bajo de la ciudad francesa.

Un total de 13 viajeros siguen ingresados en el hospital universitario de Lille, aunque fuera de peligro.

Los primeros jóvenes en llegar a Euskadi han sido recibidos en el aeropuerto entre besos y abrazos por familiares y amigos, "aliviados" por tenerles de vuelta, según han expresado algunos de ellos a los medios de comunicación trasladados al aeropuerto.

"Lo que queremos es descansar" y "asimilar todo lo que ha pasado", ha señalado a su llegada Ainhoa, una joven con heridas en la nariz, a quien le cayeron mochilas encima a causa del impacto sufrido por el autobús.

Pese a la venda que le cubre parte de la cabeza, un compañero de viaje se ha manifestado "contento" por estar de vuelta y encontrarse en buen estado, al igual que sus amigos con los que viajaba en el autobús, y ha asegurado tener "ganas de volver a casa y de dormir".

Con el brazo en cabestrillo, otro joven confesaba tener todavía "el susto" en el cuerpo tras lo vivido ayer en Lille.

Aunque "emocionados", los familiares se han mostrado "tranquilos dentro del susto: Afortunadamente lo pueden contar", ha señalado la madre de un joven de Galdakao (Bizkaia) que resultó herido leve en el siniestro

A su llegada a las instalaciones aeroportuarias, los viajeros han sido evaluados por un equipo de intervención especializado del Gobierno Vasco, formado por psicólogos y personal del servicio vasco de Salud-Osakidetza, entre otros profesionales.

En declaraciones a los medios de comunicación en el aeropuerto, la directora de Relaciones Exteriores del Gobierno Vasco, Leire Madariaga, ha asegurado que los pasajeros del autobús siniestrado que han llegado a Bilbao están, en general, tranquilos y en buen estado.

Algunos jóvenes que inicialmente se encontraban bien, han presentado algunos síntomas con el paso de las horas y uno de ellos ha acudido al hospital de Cruces para ser sometido a una valoración más completa en el servicio de urgencias.

Según ha explicado la responsable de Emergencias de Osakidetza en Bizkaia, Pilar Vázquez, se trata de un caso leve, pero que requería de una evaluación más profunda debido a los traumatismos que presentaba.