Las nuevas técnicas de secuenciación del ADN de dos universidades catalanas permitirán identificar genéticamente restos óseos con gran fiabilidad procedentes de fosas de la Guerra Civil, incluso aquellos que estén muy degradados. Esta técnica pionera, presentada ayer en Barcelona, ha sido desarrollada por las universidades Pompeu Fabra (UPF) y Autónoma de Barcelona (UAB) con el impulso del Departamento de Gobernación y Relaciones Institucionales de la Generalitat de Cataluña.

El objetivo de este estudio era "investigar la aplicación a la genética forense de las metodologías más punteras e innovadoras en secuenciación de genomas".

El jefe del Servicio de Genómica y profesor del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la UPF, Ferran Casals, ha defendido los "buenos resultados" de este nuevo análisis, que han sido posibles, gracias a una mayor "sensibilidad -al obtener mejores resultados con una menor cantidad de ADN-, aumentar el número de fragmentos de ADN para analizar y obtener más información" de cada gen analizado.

Más concretamente, este nuevo sistema está diseñado para que analice muestras forenses en base a técnicas de NGS (Next Generation Sequencing) y permite amplificar fragmentos de ADN de un tamaño mucho más pequeño y obtener hasta unos 200 marcadores genéticos, que incluyen información sobre fenotipos (como el color de los ojos o del cabello), cuando antes se podían analizar unos 16.

El investigador del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF) Jaume Bertranpetit ha explicado que, para que esta técnica sea viable, es necesario localizar los restos óseos, obtener muestras válidas de ADN y encontrar a familiares vivos de esa víctima para poder hacer un análisis comparativo.

La ventaja para los familiares (que pueden ser hasta de segunda generación) será, ha anunciado Bertranpetit, que tendrán que facilitar un tubo con saliva en vez de pincharse para dar sangre como se hacía hasta ahora.

Otro de los investigadores del CSIC-UPF, Francesc Calafell, añadió que con esta técnica "solamente hay dos posibilidades, o indica que es familiar o que no lo es. Si no lo es lo sabremos con certeza y si lo es diremos qué porcentaje de coincidencia hay".

Sin embargo, recordó que esta identificación no es posible si no hay muestras de otros familiares con las que compararlo, y pidió que se promueva un registro de ADN de "cuanta más gente mejor" para que sea posible identificar restos en el futuro, si fueran hallados.

Aun así, Bertranpetit recordó que, pese a que se han obtenido "unos resultados excelentes", siempre será una labor difícil, ya que el clima de España, "extraordinariamente caluroso" según dijo, ha hecho que los restos de la Guerra Civil se degradasen más que si se hubieran encontrado en un clima más frío.

Asimismo, Francesc Ferran señaló que la finalidad de este proyecto no era identificar restos óseos, "sino probar que éstos generaban datos suficientes para ser identificados", objetivo que, según el equipo, ha sido alcanzado.