El concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, afirmó ayer que la depuradora no puede tratar más de 23.000 metros3 cúbicos al día" porque incumpliría los parámetros de calidad del Consejo Insular de Aguas.

Asimismo, dijo que las aguas que se vierten al barranco de la Hondura desde Cabo Llanos sí reciben un tratamiento "primario" y tienen una "disolución superior al 90%". "No son un riesgo medioambiental", dijo.

Arteaga aseguró que "la solución pasa obligatoriamente por la ampliación de la depuradora". Mientras esta llega, el edil dijo que estaban "trabajando para no perder esa autorización de vertidos".

En caso contrario tendrían que rechazar las aguas para depurar de La Laguna (12.600 metros3 al día) y de El Rosario (1.700 metros3 al día), que pasarían a verterse a los barrancos.

Arteaga hizo hincapié en que la competencia no es municipal. Cuando se le preguntó que, si es así, por qué él y el exedil Norberto Plasencia están imputados en relación a este vertido, respondió: "Eso me gustaría saber a mí".

Fuentes de Emmasa recordaron que la EDAR es una instalación de mediados de los 70, que hace años que llegó al máximo de su capacidad por la evolución demográfica de los municipios que vierten a ella.