Fiestas aprobará hoy las bases de los concursos del próximo Carnaval. La propuesta de la concejala Gladis de León, remitida ayer a los miembros del consejo, ha cogido por sorpresa a los murgueros, que la consideran una revolución. Otros creen que De León ha roto con el rol de portavoz de los grupos para velar por el espectáculo.

La nueva normativa de murgas adultas recupera cuatro fases, como en 2014 -y no tres como en febrero-, y mantiene el cupo máximo en 25 grupos, más la ganadora del Norte 2015, la realejera Irónicos. Las 4 fases quedarán así: 7 murgas el domingo 17 de enero y otras 7 el lunes 18, mientras que el martes 19 serán 6 grupos, igual que el miércoles 20, cuando se conocerán las finalistas. La principal concesión de Gladis de León será no subir de 35 a 40 el mínimo de componentes, ni bajar de 85 a 75, el máximo.

El número de finalistas es otra sorpresa. A diferencia de las fases -donde casi había unanimidad entre grupos y concejala-, la mayoría de las murgas quería una final a ocho. De León, para alimentar el espectáculo y elevar la adrenalina, encarece el pase al recortar el número de 8 a 7.

La edil va más allá de un lavado de cara y entra en la letra menuda de las bases, como las puntuaciones. Hasta ahora se calificaba con decimales y dos o tres puntos para inteligibilidad, vocalización, intencionalidad, humor y crítica, lo que convertía la nota final en un jeroglífico de tres decimales.

En el consejo de hoy se prevé aprobar la "reforma De León" que simplifica la puntuación: cada uno de los nueve jurados de Interpretación votará de forma global y del 1 al 10, según su gusto. También había aquí más coincidencias entre Fiestas y grupos, y eso que Mamelucos planteó la fórmula de Las Palmas: un jurado para las fases y otro para la gran final.

Otra modificación de la "reforma De León" suprime el arrastre de la puntuación de fase a final, el cambio más criticado. La concejala quiere que la votación de fase se limite a elegir a los siete finalistas y que en la final del viernes 22 de enero todos canten con el marcador a cero y con las mismas opciones de ganar. Hasta ahora, ganaba la final el mejor del concurso, al sumarse las notas de fase y final. Las bases mantienen suprimir las notas máxima y mínima y fijan otra norma para el jurado, a quien le exige "secreto de confesión" sobre la votación; eso sin, sin sanción.

Algunos creen que no arrastrar la nota de fase a final beneficia a Diablos Locos, Zeta-Zetas o La Traviata -reacia al cambio- y perjudica a Bambones y Mamelucos, aunque los de El Cardonal han ganado con los dos formatos: arrastrando nota o con una final desde el kilómetro 0. Las murgas pequeñas -que son mayoría- creen que con una final a 7 "el pescado está vendido y solo hay 2 plazas a repartir porque las otras cinco se conocen a priori". Es el primer paso de la "reforma De León", que pretende culminar en 2017.

El giratorio, en el aire

Las bases de las comparsas se mantiene sin cambios pese a los intentos de Danzarines Canarios de cambiar la puntuación; quería más calidad musical que el baile. A petición de Rumberos, las bases recomiendan al jurado valorar a la parranda sobre el solista. Sobre el uso del giratorio, los técnicos desestiman su viabilidad.

La inscripción para todos los concursos se abrirá en la primera quincena de septiembre para ingresar la primera parte del contrato en noviembre.

La concejala ha modificado el festival coreográfico. Los grupos harán dos pases. De León garantiza que en el primer bloque esté todo el público y evita el abandono de las aficiones según ven a su grupo.