Desde hoy y hasta el próximo domingo se celebrará en Los Realejos la tercera edición del clínic que impartirá Martín Fiz, una cita ineludible para todos los amantes del running. El maratoniano vasco viene acompañado de otro número uno, Joseba Beloki, otra leyenda del deporte nacional, en este caso del ciclismo. En tres ocasiones se subió al podio del Tour de Francia y este fin de semana impartirá los conocimientos que adquirió cuando era profesional a los participantes del III Clínic Martín Fiz Tenerife. Beloki presume de conocer el deporte de la Isla a través de los familiares que tiene viviendo en Tacoronte.

"Claro, por supuesto. Tenerife era mi lugar de vacaciones durante mi carrera deportiva. Todos los inviernos pasaba una o dos semanas en la zona de Arona y volver me hace especial ilusión", comentó.

Cuestionado sobre cuál es su opinión sobre Tenerife para la práctica o el entrenamiento de cualquier modalidad deportiva, indicó que "la gente no es consciente del potencial que tiene la Isla, no solo por el aspecto climatológico, sino por el terreno. He estado en mucho de los stages en altitud que se suelen hacer en el Teide. A nivel europeo hay pocos lugares que ofrezcan la posibilidad de hacer entrenamientos con esa altitud tan extrema como ese tramo de 25 kilómetros que hay entre el parador y el observatorio. Hacer deporte se puede hacer en cualquier parte, pero luego hay sitios en los que se puede sacar un rendimiento mayor que en otros".

Sobre su aportación al clínic realejero, señaló que "independientemente de ser amigo de Martín Fiz y de Fernando Rodríguez, que es el organizador de este evento, yo ahora también soy un runner popular y Martín me metió el gusanillo del atletismo popular. Lo importante en estos clínic es interactuar con la gente y que se disfrute del momento. Espero trasladar las experiencias de cuando era profesional", explicó Joseba Beloki, que añadió que "hacer deporte es mi vida y con el running me ha ocurrido algo singular. Ahora la agenda la tengo más cargada que antes, porque hay muchas más ocupaciones que cuando solo me dedicaba a correr. Ahora cuesta sacar esa hora para correr, pero es una maravilla. Es una liberación física y psicológica", concluyó Beloki.