Los resultados de una vacuna experimental contra el virus del Ébola muestran "un alto grado de efectividad" tras haber sido probada en más de 4.000 personas en contacto con la enfermedad en Guinea Conakry, uno de los países más afectados por la epidemia.

La nueva vacuna, denominada VSV-ZEBOV, es "eficaz al cien por cien" diez días después de haber sido administrada a una persona sin la infección, según los resultados publicados ayer por la revista británica The Lancet y difundidos por el Gobierno de Guinea.

Las pruebas han revelado su eficacia en humanos en menos de doce meses, "un tiempo récord", según el equipo científico que lo ha desarrollado, integrado por expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Médicos Sin Fronteras (MSF) y de Noruega, Canadá, Guinea, EEUU y Reino Unido.

La nueva inmunización combina el virus de la estomatitis vesicular (VSV) con un gen que codifica una proteína clave de la cepa Zaire del ébola, la forma más agresiva y letal conocida del virus, que ha terminado con la vida de 11.294 personas en varios países de África Occidental en el brote surgido en la región en marzo de 2014, según los últimos datos de la OMS.

La combinación de estos componentes da como resultado una vacuna que, basada en una muestra debilitada del ébola, estimula una respuesta inmune contra el virus y fomenta la producción de anticuerpos para luchar contra la enfermedad.

"La VSV-ZEBOV trabaja del mismo modo que otras vacunas basadas en virus atenuados contra otras infecciones virales", explicó el doctor Mark Feinberg, del laboratorio Sanofi Pasteur MSD. No obstante, no será administrada como cualquier vacuna común, sino que se usará en "comunidades en riesgo que lo requieran", precisó Mark Feinberg.

Su inconveniente es que tiene que conservarse en lugares frescos en países tropicales que sufren frecuentes cortes eléctricos, por lo que la investigación futura pasará por desarrollar una formulación termoestable.

Los pacientes voluntarios en quienes se realizaron los ensayos proceden de áreas donde se registraron brotes de la enfermedad en Guinea y donde estuvieron en contacto con enfermos u otras personas próximas a ellos, como vecinos, familiares o compañeros de clase.

La vacuna se administró en primer lugar a uno de los grupos y, tres semanas más tarde, al segundo.

Los resultados demostraron que, en el plazo de 10 días, la vacuna protegía contra el virus del Ébola a ambos grupos.