AUNQUE no es una opinión compartida por todos los deportistas, la realidad es que cuando se llevan muchos años practicando una disciplina -mucho más cuando hablamos de atletismo- llega a convertirse en una forma de vida, ya que casi todo gira en torno al deporte.

Lorenzo Robaina García (27-10-47) de sus 68 años lleva más de la mitad de ellos haciendo lo que más le gusta y, además, participando en pruebas nacionales e internacionales -representando a nuestro país- con el objetivo de dejar el nombre de España, Canarias y Tenerife, en particular, lo más alto posible dentro de la categoría en la que compite en cada una de las pruebas a las que acude durante el año.

Lorenzo, que nos cuenta que cambió el fútbol por el atletismo hace ya muchos años, pertenece al club lagunero del CEA Tenerife 1984 y se ha especializado en la media distancia -800 y 1.500 metros-, aunque también ha participado en este 2015 en el Campeonato de España de la Milla en Ruta, disputado en la localidad palmera de Breña Baja, donde logró un segundo y sexto puestos.

Como curiosidad, a Lorenzo parece que se le dan bien las pruebas que tienen como escenario el municipio norteño de Los Realejos, ya que allí fue primero en los Campeonatos de Canarias de Veteranos, tanto en el 2014 como este año.

Pero Lorenzo Robayna no quiere mirar atrás y ya prepara nuevos retos, el más cercano lo acometerá en las próximas semanas en tierras francesas, concretamente en Lyon, donde participará en unas pruebas del Campeonato del Mundo de Veteranos. El 6 de agosto la cita será con la calificación de los 800, que tiene programada su final para tres días después, mientras que los 1.500 los correrá el día 12, la calificación y 48 horas después espera estar en la gran final de la prueba gala.

Lorenzo Robaina, como cualquier otro deportista, mantiene a sus 68 años la competitividad por estar entre los mejores y la ilusión, cada vez que afronta una carrera, de salir airoso de un nuevo reto, pero más allá de tiempos y podios conseguidos está la satisfacción de poder hacer lo que a uno le gusta, y a partir de ahí es cuando el deporte se convierte en una forma de vida. Lorenzo, al igual que otros muchos veteranos, disfruta con lo que hace y, sin duda, esa es la mejor marca conseguida para seguir adelante cada día, cada entrenamiento y cada carrera, ya que lo más importante es la satisfacción personal.