El Gobierno de Canarias y Cruz Roja coincidieron ayer en afirmar que la pobreza persiste e incluso sigue creciendo en las Islas pese a que algunos indicadores económicos mejoran, debido, en buena medida, a la precarización que se da del empleo, que no permite al trabajador cubrir sus necesidades básicas.

Y es que, pese a que "los datos macroeconómicos parecen indicar que hay algunos valores que hacen mejorar la economía" y hasta "se habla ya de la mejora del empleo en los últimos meses y es verdad que se ha reducido el paro", lo cierto es que "hay que mirar la calidad del empleo", destacó el comisionado del Gobierno para la Inclusión Social y Lucha contra la Pobreza, Néstor Hernández.

Puesto que "a veces se habla de que estamos mejor, porque hay más gente trabajando, pero los trabajos son precarios, los sueldos son muy bajos y, entonces, toda esa gente que ya ha conseguido un trabajo viene a Cruz Roja a pedir ayuda, porque con lo que ganan no les da para vivir", expuso en la misma línea el presidente regional de la organización humanitaria, Gerardo Mesa.

Antes de reunirse con Néstor Hernández, en el marco de una ronda de encuentros que este nuevo cargo del Ejecutivo autonómico ha iniciado con el propósito de tomar el pulso de los agentes que actúan en las áreas de su competencia, Gerardo Mesa cifró en unas 50.000 las personas a las que atiende en Canarias directamente su organización por padecer "extrema pobreza".

Un fenómeno este que, en todo caso, "sigue aumentando" en el Archipiélago pese a los mensajes sobre que la economía está mejorando, insistió el presidente regional de la Cruz Roja.

En línea con su parecer, el comisionado para la Inclusión Social y Lucha contra la Pobreza quiso subrayar un dato que apunta a que quienes pasan necesidad son más de los que podría pensarse a primera vista: "El diferencial de más de 92.000 personas (paradas) que existe entre la Encuesta de Población Activa y los datos del Instituto Nacional de Empleo".. Eso quiere decir "que hay unas 92.000 personas que están sin ningún tipo de prestación", aseveró Hernández.

El "precariado", un nuevo segmento social

Néstor Hernández instó a prestar mayor atención al segmento de la sociedad conformado, según dijo, por "lo que algunos economistas desde hace algunos años llaman el precariado". Un término que, explicó, define a "ese grupo de personas con alto nivel de formación que están entre los 25 y los 40 años y a los que el sistema les ha condenado a inestabilidad laboral, incertidumbre permanente y, además, con sueldos bajos, lo que les impide desarrollar un proyecto de vida".

En la misma línea de lo anterior, el comisionado para la Inclusión Social y Lucha contra la Pobreza también consideró que esas son unas personas que padecen "precariedad en un doble sentido, por la temporalidad y por la precariedad de las condiciones económicas", y no son tenidas en cuenta porque sus necesidades pasan desapercibidas al figurar en las estadísticas simplemente como trabajadores en activo, sin analizar si ello les permite o no cubrir realmente sus necesidades.

Y, frente a esa situación que afecta a numerosas personas de ese sector de edad, apostó por "ponerle nombre y rostro" a ese grupo de población, porque, según argumentó, "es el mejor cualificado, el que puede generar opinión, el que puede generar condiciones de progreso y, sin embargo, es el maltratado" por la sociedad actual.