En la capital herreña corría ayer una brisa fresca, agradable y limpia, como el timbre de voz de María Mérida (Valverde, 1925), una herreña y canaria universal que hoy recibe un sincero homenaje con ocasión del concierto que comenzará desde las 21:00 en la calle Tigaday, en La Frontera, uno de los actos destacados del rico programa de la undécima edición del Festival Bimbache Open Art.

Con tono pausado y cariñoso, María Mérida considera esta iniciativa como "una muestra de amor" y descubre que su corazón siempre la ha empujado "a estar junto a esta gente", de ahí su presencia en cada cita, porque asegura que el Festival Bimbache "vale la pena, aquí se reúnen artistas de diferentes lugares del mundo y se percibe tanto cariño... Hay que vivir con ellos para sentirlo".

María Mérida acaba de cumplir 90 años y desde la atalaya de la vida desvela que "he sido feliz transmitiendo con mi voz el espíritu de Canarias, mi tierra, por los cinco continentes".

Ahora, desde la quietud de su "cuna, porque aquí nací, en Los Llanillos", asegura que no se ha desprendido de su particular acento, de las eses finales y su sonido silbante, una característica que sorprendía a los técnicos de los estudios de grabación "que me pedían no acercarme demasiado al micrófono".

Y aunque fue en Santa Cruz de Tenerife donde transcurrió su adolescencia y juventud, "el lugar donde me casé, donde nació mi primer hijo", de su posterior traslado a Madrid, la capital que la acogió "con cariño", donde fundó el Hogar Canario, y el tránsito por otras tierras como emigrada, "siempre mantuve la raíz de las Islas muy presente en mi vida".

El director artístico del Festival Bimbache, el alemán Torsten de Winkel, subraya el orgullo que supone la "presencia de María Mérida junto a nosotros", y cómo a pesar de retirarse de los escenarios hace dos años se ha prestado a colaborar y participar.

En palabras de Torsten, esta mujer simboliza "una mirada hacia el futuro" y explica que el concepto de celebración de sus 90 años de vida representa en sí mismo "la ilusión de seguir apostando por la idea de El Hierro como proyecto sostenible".

Torsten se muestra "ilusionado" por lo que "hemos construido alrededor de esta figura", con la celebración de un concierto que se abre al mestizaje de "nuevos estilos, a la colaboración de músicas de diferentes culturas, a los sonidos llegados desde todo el mundo", desde la filosofía de compartir.

Porque este festival lanza un "mensaje de futuro", una propuesta de colaboración intercultural. Y así, motivados por la idea de un modelo de sostenibilidad, El Hierro canta al universo su propuesta de "un mundo mejor".

De cuatro continentes

El concierto Bimbache Jazz & Raíces congrega a un nutrido grupo de artistas de hasta cuatro continentes. Por la isla de El Hierro, la propia María Mérida, Claudia Álamo, Candelaria Gorín, Juanma Benítez de Freitas, la agrupación Tejeguatitos, además de vecinos y representantes de agrupaciones folclóricas herreras. De otras islas, Ait Nahaya con Luisa Machado, Fabiola Socas, Kike Perdomo, Beselch Rodríguez e Ismailah Thia, con TL Mazumdar & Amit Mishra (India); Kino Achraf El Idrissi (Marruecos); Sophie Dunér (Suecia); Hermanos Thioune (Senegal); Sonia Benhadj (Francia), Sergio García (Cuba) y Tobias Backhaus & Fiete Felsch (Alemania).A lo largo del concierto se proyectarán trabajos de Alexis W.; Sophie Dunér; Karina Beltrán; Javier Caballero; Silvia Navarro; Marco Alom y se recitarán loas a cargo de Carmen González y exhibiciones de breakdance por Miguel Pérez.