En la temporada 87/88 jugó su primer partido federado. Fue en el Hispano Inglés, en la categoría Preinfantil. En octubre de 2015 afrontará la 15/16 con el Náutico, en la Liga EBA. En total, 28 años en el basket activo, con 126 partidos en la Liga ACB y una Copa Príncipe en su palmarés.

Toda una vida en el basket.

Así es. ¡Cómo pasa el tiempo! 28 años sin dejar de jugar es mucho tiempo, logrando convertir mi hobby en una profesión. En este tiempo he visto cómo ha ido evolucionando el baloncesto.

Quienes le conocen dicen que su futuro será el banquillo.

Igual no se equivocan. Mis últimos años han estado también vinculados a la faceta de entrenador, algo que me encanta. He obtenido la titulación de Nivel 2 y estoy preparándome para lograr el Nacional. Haber jugado en la ACB puede ayudarte, pero la formación y el estar entrenando en la base es realmente necesaria.

Es usted el único jugador tinerfeño que ha militado en los cuatro clubes históricos del basket canario: CB Canarias, Náutico, Gran Canaria y Tenerife CB.

Y es un orgullo haber defendido esas camisetas. Nunca salí a la Península y lo más lejos fue el "Granca". Siempre me ha ido muy bien aquí. Otros jugadores optaron por seguir su trayectoria en otros clubes y también lograron destacar, casos de Richi Guillén, Arteaga, Sergio Rodríguez...

Ser de la tierra no garantiza jugar en el representativo.

Claro que no. Depende de las circunstancias en cada momento. El primer equipo de la Isla tiene sus exigencias y cuando forma la plantilla es difícil incluir a un chico de la cantera. Entiendo que el equilibrio es posible y hay que buscarlo.

¿La consigna?

Bien clara, no precipitar los acontecimientos. Hay que fijar los pasos correctos y el CB Canarias lo está haciendo con Sergio Rodríguez, quien tiene opciones de llegar a la élite, pero necesita seguir unos años formándose y adquiriendo experiencia en otras ligas. Jugar 5 minutos en ACB no beneficia.

Inicia una temporada en el Náutico con 40 años y 126 partidos en ACB detrás. ¿Lo hace como si fuera el primer día?

Sin la menor duda. Cuando Santi Lucena prepare cada partido querrá contar con los que mejor trabajen porque quiere ganar. No va a mirar el nombre ni la edad del DNI. La clave siempre ha estado en cuidarse en todos los aspectos, especialmente la condición física. Tendré mil rol en el equipo, pero no hay minutos garantizados; se ganan en cada entrenamiento y mi mentalidad siempre ha sido la de ganarme el puesto, empezando de cero y compitiendo con mis compañeros.

¿Fue un palo para usted cuando la convergencia "unió" al Canarias y al Tenerife CB y no se le incluyó en el representativo?

Sí. Tenía la ilusión de pertenecer a aquella plantilla, pero pasado el tiempo comprendí que fui muy ingenuo. Había otra razón detrás, un mal de fondo creado por la rivalidad de dos clubes y yo llevaba nueve temporadas consecutivas en el Tenerife.

Pero nadie debe obligar a un entrenador a incluir a alguien...

Lo entendí pasado un tiempo. Además, en aquel entonces el equipo contaba con tres buenos exteriores. El entrenador tenía claro su proyecto y el tiempo lo ha demostrado. Así y todo yo me ofrecí a través de mi agente.

¿Se lleva bien con Martínez?

Por supuesto que sí. Cuando coincidimos hablamos de baloncesto.

¿Por qué descendió el Santa Cruz?

Nos faltó una victoria. No se planificó bien la temporada, los jugadores importantes llegaron tarde y el nivel del Grupo B subió. Fue por un cúmulo de cosas. Le metimos un arreón al final pero tirar de orgullo fue insuficiente.

Este verano dirige a jóvenes en la mejora del tiro. ¿Sáben ellos la trayectoria de su profesor?

(Se ríe). Son muy jóvenes para haberme visto jugar en la ACB, pero cuando pasan los días y me pongo a tirar entienden que lo que trato de enseñarles o corregirles es bueno para ellos. Cuando les pongo vídeos del trabajo que hacen muestran más interés todavía por mejorar. Hay niños que viven la transición de la canasta de mini a la de basket y este trabajo específico de tiro les viene muy bien.

¿Los mejores entrenadores y gente con experiencia son los que deben trabajar en la base?

Sin duda. Yo pasé por esa etapa de formación. En estos años de entrenador he querido cambiar de categorías y el año pasado, en el Santa Cruz, trabajé con un cadete femenino, experiencia que me encantó. Ganar es bueno, pero no si descuidas lo fundamental, la formación del jugador. Corregir ya de mayores es muy complicado.

¿Cree en la tecnificación?

Sí. El jugador aumentará su formación si además de entrenar con su equipo participa de trabajos concretos, como lo hace el CB Canarias con su Escuela de Tecnificación que dirige Hernández Rizo.

¿Sabe ya en qué categoría entrenará en el Náutico?

Estaré con la escuela y con un equipo federado por determinar, siempre combinando ese trabajo con el primer equipo.

¿Cómo ve el baloncesto de base en la Isla? Los canariones nos siguen castigando en los campeonatos regionales.

El trabajo en general es bueno, con un nivel de los entrenadores que sube cada vez más, gracias a la celebración de clinics como el celebrado en mayo en Santa Cruz que contó con Lucas Mondelo. Considero que se hacen necesarios esos entrenamientos específicos que den al jugador ese plus necesario. Entrenar tres veces a la semana es insuficiente a todas luces si quieres llegar a la élite. Hay que buscar ese trabajo especializado, lo que sucede en Gran Canaria, quizás porque lleve mucho más años con infraestructura de la ACB. El CB Canarias está en esa buena línea, pero hay que tener paciencia y darle continuidad. E insisto en que no por ser de aquí hay que darle una plaza en el representativo; la ACB es la mejor Liga de Europa y la permanencia tiene un precio muy alto. Formarse, salir a equipos de inferior categoría y, si has aprovechado las oportunidades, jugarás en el Iberostar Tenerife.

No le he preguntado por las tres campañas del Canarias en ACB.

Conozco a Aniano Cabrera y a Félix Hernández y sé que están haciendo las cosas muy bien. Siempre desde la humildad, con los pies en el suelo, con buenos cimientos para crear una estructura firme que se va consolidando en la sociedad tinerfeña.