La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, ha asegurado que su partido sigue "estudiando" la posibilidad de incluir una reforma de la Constitución en el programa electoral de las próximas generales y que, al respecto, apuesta por "recuperar" el informe que elaboró el Consejo de Estado en 2006 a petición del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

En declaraciones a la Cadena Ser, Levy ha asegurado que es necesario "tener claro qué aspectos" se quieren cambiar antes de proponer una reforma y que es en lo que trabaja su partido. "Hemos de ver si la Constitución responde a la realidad de la sociedad española", ha dicho.

Algunos de esos aspectos que podrían modificarse, ha dicho, fueron señalados por el Consejo de Estado en su informe. "Hay que recuperar ese documento", ha señalado, en línea con lo que afirmó recientemente su jefe de filas, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien calificó ese informe de "magnífico" y cuya lectura recomendó porque contiene "claves".

En concreto, Levy ha mencionado la aportación del Consejo de Estado sobre la reforma del Senado y la eliminación de la primacía del hombre sobre la mujer en la sucesión de la Jefatura de Estado, así como "aspectos de derechos que pueden actualizarse", ha dicho.

COMPETENCIAS CLARAS

Sobre el Estado autonómico, ha señalado que la Constitución "se hizo para descentralizar el poder" tras la dictadura y que también es una regulación sobre la que reflexionar.

En ese trabajo del año 2006, el Consejo de Estado aconsejaba el "simple procedimiento de llevar a la Constitución todo el sistema de delimitación de competencias", subrayando que este procedimiento es el común en el derecho comparado.

Aclaraba que eso no implica la necesidad de una homogeneidad absoluta entre las distintas comunidades autónomas, mientras que, de otra parte, tampoco cierra a éstas la posibilidad de impulsar el cambio a través de la reforma constitucional, que todas tienen la facultad de proponer.

En cuanto al carácter de las comunidades, el Consejo de Estado mantenía el reconocimiento de la indisoluble unidad de la soberanía nacional y se inclinaba por "reconocer y garantizar la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran, constituidas en CCAA, así como la solidaridad entre todas ellas".

Aquel texto indicaba que el modelo territorial español de comunidades autónomas, que les permite tanto impulsar la reforma de sus estatutos para conseguir más competencias, como impedir que se le reduzcan, les otorga una "potestad de autoorganización", que va más allá de la "que las Constituciones federales reconocen a los Estados miembros para la reforma de sus propias Constituciones".