Una enorme grúa se afanaba ayer en colocar las tres piezas que, a la manera de la cornisa de los templos clásicos, deben coronar la estructura del monumental escenario donde el grupo mexicano Maná abre este viernes, en el estadio Rodríguez López, la gira europea de su tour "Cama incendiada".

La operación estaba resultando compleja y laboriosa. Al inicial retraso en la llegada de la grúa se sumó su arduo montaje en el exterior del recinto deportivo, en la intersección de las gradas de Tribuna y General de Pie, desde donde alargando un enorme brazo, con una extensión de veinte metros, se iban depositando las piezas sobre la estructura que desde el pasado domingo ha estado armando un grupo de operarios.

El responsable de operaciones de Gran Vía Musical, Fernando Imaz, señalaba a propósito de la estructura que es "la más espectacular" de todas cuantas han acompañado a la banda mexicana en cualquiera de sus giras, demostrando la "evolución" que han experimentado en este capítulo.

Imaz destacaba cómo "el diseño está muy cuidado", también el sonido y los efectos especiales, subrayando el uso de tecnología de última generación, además de que la puesta en escena de "Cama incendiada" va acompañada de eso, "de fuego, tanto virtual como de artificio; algún provocador, sorpresas que aparecerán en medio del césped y..."

Con todo, el responsable de operaciones indicaba que estos elementos se van a instalar a última hora, para de esta manera convivir en "armonía" con el conjunto de fútbol del CD Tenerife, que se encuentra desarrollando sus entrenamientos sobre el tapete, todavía libre, mientras suena la "música" del martilleo.

Lo cierto es que, cada cuatro años y con la cadencia de una cita olímpica (2007, 2011, 2015), Maná llega como caído del cielo a la capital tinerfeña. A propósito, Fernando Imaz señalaba que la "plaza" tinerfeña siempre se le ha dado bien a la banda, que se siente muy cómoda en este escenario, un lugar que les resulta "coqueto".

La voz de Fernando Olvera (Fer) , Alejandro González (Alex) en la batería, Sergio Vallín en la guitarra y Juan Calleros en el bajo vienen a demostrar, tras cuatro años de ausencia, un renovado mensaje. "Y los cuatro llegan con sus tres músicos de toda la vida, esos que los han acompañado durante las dos últimas giras", precisa Imaz.

En el anterior trabajo, el solista había perdido a su madre y el tono resultaba más íntimo.

Ahora se muestran más descarnados. Con letras como la que dice "dictadores sin piedad que gobiernan sin verdad. Hay mentiras en los diarios, en las redes y en el mar", del single "Mi verdad", que interpretan con Shakira, los mexicanos muestran su perfil "más reivindicativo, con letras más sociales".

En este sentido, Imaz pone el acento en un tema como "Somos más americanos", que a su juicio representa un himno -otro más en la larga lista de Maná- que "de escucharlo el norteamericano Donald Trump se arrepentiría de las cosas que está diciendo", en alusión a los inmigrantes llamados "espaldas mojadas" que, procedentes de México, atraviesan la frontera norteamericana.

"Y claro que nos van a cantar aquellos himnos que han hecho de Maná la mejor banda de rock hispano", esos pedazos memorables de la historia de esta banda como "Oye mi amor", "Rayando el sol" y "El muelle de San Blas".

Por eso, a quien todavía no haya adquirido una entrada, Imaz le aconseja que no pierda la oportunidad de asistir en directo a un "espectáculo difícil de olvidar".