Cientos de refugiados que esperaban en las inmediaciones de la estación de tren de Gevgelija (Macedonia) rompieron hoy el cordón de seguridad y consiguieron atravesar la frontera.

Los refugiados, que se encontraban desde hace días a la espera de coger un tren para llegar hasta Serbia, lograron sobrepasar la barrera custodiada por los agentes, que lanzaron granadas aturdidoras en un intento de disuadirlos.

Las regiones fronterizas de Macedonia están bajo estado de emergencia debido a la masiva llegada en los últimos días de indocumentados que pretenden atravesar el país para llegar al centro de Europa.

Ante la presión que ha desencadenado los casi 3.000 indocumentados que esperaban en Gevgelija, el Gobierno ha puesto en funcionamiento cinco trenes diarios, con capacidad de hasta 700 personas, con el único cometido de trasladarles hasta la frontera con Serbia.

La línea fronteriza está protegida por la policía y unidades del ejército, que se desplegaron después de que el Ejecutivo macedonio decretase el estado de emergencia el jueves pasado ante la ola de indocumentados que trata de entrar en el país.

El Ejército se ocupa de patrullar los bosques que rodean el paso fronterizo, pues se han convertido en la ruta más atractiva para los llegados, después de que las autoridades hayan reforzado los controles de entrada.

Los que esperan son ciudadanos procedentes en su mayoría de Siria, pero también de Pakistán, Bangladesh o Somalia.

Según cifras oficiales, más de 40.000 indocumentados han llegado a Macedonia en los dos últimos meses.