Pedro Manuel Rodríguez lo tiene muy claro: "Con la edad que tengo está más complicado que encuentre un trabajo. Pero tampoco me dan ayudas. Así que no sé si lo que quieren es que me ponga a robar". Lo asegura este vecino del barrio de Los Lavaderos de 56 años que lleva tanto tiempo parado que ni siquiera se acuerda de cuánto de manera exacta: "Diez o quince años, no lo recuerdo bien". Se define como "fontanero", pero en realidad es un "manitas", porque le "mete mano" a cualquier oficio, desde albañil a pintor. Pensaba que podían darle una ayuda básica, pero se quedó de piedra al enterrarse de que en lugar de los 15 años que él pensaba que tenía cotizados apenas le reconocen algo más de siete "por un error suyo, de la propia administración".

"Fui a arreglar los papeles para solicitar una paga no contributiva al cumplir los 55 años", explica. "Siempre pensé que tenía más de 15 años cotizados y así consta en un papel oficial con la vida laboral que me enviaron desde el Ministerio de Empleo y Seguridad Social en Madrid. En concreto, 15 años, 9 meses y 7 días".

La respuesta del paro a la petición de la paga fue "denegármela y cuando me presenté en la oficina a saber cual era el motivo llegó la sorpresa desagradable".

Además de quejarse del trato de algunos funcionarios "que hace todavía más dolorosa la situación ya de por sí dura para mí". En la Tesorería General de la Seguridad Social a 12 de marzo de este año consta que Pedro Manuel Rodríguez Fernández ha cotizado un total de 7 años, 7 meses y 14 días. Tiempo insuficiente para cobrar esa ayuda que pide.

"No entiendo nada, apunta el interesado, porque me reconocen que es una equivocación, un error informático de la administración, pero entonces yo me pregunto quién ha pagado por mí la cotización de los 2.818 días de alta, casi ocho años, de error. Y desde 2005 a mí no me ha llegado ninguna carta u otro tipo de documento con mi vida laboral salvo el del 11 de marzo de 2014 que computa los 15 años".

Pedro Manuel tiene abogado de oficio a partir de que conoció su situación laboral y ha reclamado al INEM a donde lo mandaron, dice, "de la Seguridad Social, del tingo al tango", valora.

"Me piden, añade, que lleve todos los contratos y las nóminas desde que empecé a trabajar, pero no los tengo y ni siquiera sé por donde empezar a buscar. Yo trabajé desde los primeros 80 del siglo pasado e incluso estuve cuatro o cinco años en Lanzarote cuando la época pujante del sector de la construcción".

Nuestro protagonista también acudió a la asistenta social del Ayuntamiento de Santa Cruz. Lo explica de esta manera: "No tengo nada sino mi casa que heredé de mis abuelos. Vivo gracias a mi madre que a sus 86 años me da la comida y cuando puede 20 euros que quita de los 600 mensuales de su paga de viuda".

El pasado 13 de abril está registrada "la petición de una compra de alimentación e higiene, dentro de las llamadas Prestaciones Económicas de Asistencia Social (PEAS), en el IMAS. Como no me decían nada pregunté este mes, en concreto la semana pasada, y la contestación es que me están investigando. Así como suena".

"No sé qué tipo de investigación será esta, añade, pero llevan cuatro meses y yo creo que no tengo nada que esconder. Ni que esconder ni que enseñar. No tengo nada y pido para poder comer".

Pedro Manuel asegura que "en la sede del IMAS de la calle San Pedro Alcántara me dijeron que lo iba a tener muy difícil porque estoy solo y no tengo a nadie a mi cargo. Eso complica por lo visto que me den la ayuda". Una reflexión sobre lo anterior: "Me pregunto si es que los solteros no tenemos derecho a vivir".

Pedro Manuel, el rostro de una crisis eterna y sin salida clara para afrontar el futuro, concluye con un mensaje que resume sus sensaciones ante los continuos golpes de la vida: "¿Quieren que me vaya a la calle a robar?".