Raúl Agné estaba tan desconcertado como cualquier aficionado. No supo exponer las causas de la abultada derrota del Tenerife ante el Numancia. Se limitó a confesar que no le había pasado algo así y pidió disculpas a la afición.

El entrenador del Tenerife lamentó que el equipo "tirara por la borda" en los segundos 45 minutos del encuentro de ayer todo el "crédito" ganado durante las "seis semanas" de pretemporada. "No queríamos esto. Está claro", dijo para opinar que el Tenerife se había "ganado un crédito desde el bloque y sin tener errores defensivos ni infantiles" como los que mostraron los blanquiazules en Los Pajaritos, dando una sensación de "fragilidad" en el trabajo defensivo.

"Lo único que puedo decir ante tal debacle es que soy el máximo responsable y asumo todas las culpas", continuó el técnico en una rueda de prensa que siguió un hilo conductor similar. "Hay que hacer borrón y cuenta nueva, porque no entramos en la temporada con buen pie", añadió.

"¿Qué quieren que haga? ¿Que ponga a parir a los jugadores? Yo asumo la responsabilidad. Hemos sido muy buenos en las seis semanas de pretemporada, que es el precedente que tenemos para poder evaluar al equipo", recordó el preparador del Tenerife. "Desde estos momentos tengo que saber qué le pasó por la cabeza a los futbolistas y ayudarles para intentar ganar al Nástic. La suerte es que nos pasó en la primera jornada".

"Fuimos muy vulnerables y dio la impresión de que cada vez estábamos más desorganizados. La sensación fue de caos total. Después de hacer lo más difícil, que fue levantar el 1-0, en cinco minutos tiramos el partido", manifestó el de Mequinenza.

Profundizando en lo sucedido tras el descanso, no pasó por alto el error del portero del Tenerife en el tanto que impulsó la remontada del Numancia. "Nos estaban creando todo el peligro con balones colgados al área y con faltas ejecutadas por Julio Álvarez, sabiendo que las lanza templaditas, pero Dani midió mal en una salida y encajamos un gol. Midió mal. Fue un error humano y ya está", señaló para confesar que nunca le ocurrió lo de ayer siendo entrenador en Segunda División. "A día de hoy, no tengo capacidad para explicar lo que ha pasado. Me tocó a mí y espero que algún día me suceda a favor", deseó Agné para insistir en los "errores defensivos excesivamente groseros para ser profesionales" que cometieron sus jugadores ante el Numancia, "por mucho que haya sido el primer partido de Liga".

Por otra parte, Agné explicó que no le dio minutos a Abel Suárez porque el centrocampista amaneció ayer "con vómitos, diarrea y fiebre". Ante tal tesitura, el técnico optó por prescindir del majorero para que formara parte de la alineación titular y eligió a Suso para completar el "once". Al respecto, comentó que la baja de Abel "no trastocó" sus planes, ya que el capitán marcó el primer gol del Tenerife, aunque sí reconoció que no pudo contar con el tercer centrocampista del modelo con el que ensayó durante casi toda la pretemporada. "Tampoco hay que individualizar", matizó.