"Estamos a favor de donaciones, donativos y aportaciones privadas para la rehabilitación de las tumbas familiares del cementerio viejo de Santa Cruz. Incluidas las de la comunidad judía para las dos de personas de esa religión que existen en el recinto, las de los comerciantes Moisés y León Barchilón que datan de 1900". Así se expresó ayer la presidenta de la Asociación Parque Funerario de San Rafael y San Roque, Teresa Laborda, para defender el mecenazgo como mecanismo a la hora de financiar la restauración de las tumbas desde el ámbito familiar y rechazar las recientes afirmaciones del concejal de Sí se Puede, Eligio Hernández Bolaños, sobre "el peligro de la entrada de capital privado en la rehabilitación del Patrimonio Histórico".

Laborda recuerda: "El 1 de noviembre de 2013 tuvo lugar en el cementerio un homenaje a la familia judía Barchilón, cuyos miembros están enterrados allí. Se colocó una corona de flores sobre la tumba, ubicada en el primer pasillo a la derecha a la entrada. Está entre las mejor conservadas y tiene forma de Torá -libro sagrado de los judíos- abierta".

"Un compañero de la asociación, apunta Laborda, Juan Manuel Valladares, era representante del colectivo Tarbut Sefarad y divulgó la noticia a todo el mundo judío a través de la web. De ahí el interés de las comunidades de Argentina y Nueva York, de donde procedían los Barchilón. Su última descendiente, Celia, falleció en Marruecos en 1963".

Laborda añade que "también otros descendientes de quienes están allí enterrados queremos colaborar desde lo privado. Hablamos con la nueva concejala de Patrimonio Histórico, Yolanda Moliné, y quedamos pendientes de definir una fórmula legal, una figura jurídica porque la concesión de las tumbas por 40 años ya caducó".

Explica que "el concejal de Sí se Puede creo que está confundido porque el mecenazgo ya existe y está legislado desde 1985 con una ampliación en 2002 que incluye incentivos fiscales".

Laborda pone ejemplos actuales: "Se están reformando con pintado de la fachada dos BIC en el entorno de la plaza de los Patos, las antiguas Farmacia Castelo y Clínica Roma. Muy cerca está el Palacio de Villasegura, de titularidad pública, cayéndose. Sin olvidar el edificio Simón, en la plaza de la Candelaria, restaurado gracias a la iniciativa de una cadena de joyerías".

"Desde lo privado, concluyó Laborda, se puede ayudar a la restauración siempre de las tumbas de cada familia y con las directrices de Plan Director para la rehabilitación del cementerio".

La presidenta valoró algunas características de San Rafael y San Roque: "Reúne entre sus muros un crisol de culturas y religiones, ya que hay una parte inglesa protestante, otra católica y este pequeño espacio judío. Además, cada año el homenaje tiene un carácter especial con el concierto de un cuarteto y un recital de poesía. Los únicos actos que se celebran dentro de un cementerio en Canarias".