"Ahora mismo no tengo explicación para lo que ha sucedido". Las palabras de Raúl Agné resuenan todavía entre las cuatro paredes de la sala de prensa del estadio de Los Pajaritos. Aún dura el shock en el Tenerife. No solo por la goleada encajada, sino por lo inesperado de la misma y la imagen ofrecida. Pero transcurridas 48 horas, al técnico le tocaba ponerse delante de sus futbolistas. Se dirigió a ellos durante 20 minutos, pero a continuación alargó la charla con dos de los protagonistas: Vitolo y Aitor Sanz.

En la misma, intervinieron los tres presentes. Pero el entrenador y Vitolo llevaron la voz cantante y gesticularon como en ellos es habitual. "Él quería conocer de la gente con más experiencia lo que había sucedido. Que le contáramos nuestras sensaciones", explicó el jugador tinerfeño en Radio El Día. Después de esos minutos de intercambio de ideas, llegaron las conclusiones: "Todos creemos que el fallo ha sido general. Hubo demasiado espacio entre líneas y nos afectaron mucho psicológicamente por los goles encajados".

Pese al fuerte carácter de Agné, al que se le vio muy activo a la hora de realizar correcciones durante toda la sesión preparatoria de ayer, los jugadores no entienden como algo negativo este tipo de conversaciones ni sus llamadas de atención. "El entrenador tiene mucho carácter, pero no recrimina nada desde un punto de vista negativo. Lo que hace es llamarnos la atención para que el equipo dé el cien por cien, corrija errores y se vea beneficiado. Grita como el que más y te echa la bronca como el que más, pero no para hundir a nadie. Lo hace para levantarnos", insistía Vitolo quien llegó a agradecer a su jefe que asumiera la responsabilidad de la derrota. Lo hizo, eso sí, quitándole la razón. "Agradezco al entrenador sus palabras porque ha defendido al club asumiendo la responsabilidad y a la plantilla. Pero no es justo que se lleve toda la responsabilidad. Nosotros somos los que hemos fallado, los que hemos malinterpretado sus indicaciones. Fallamos en todo", indicó.

Hablando tan claro como de costumbre, el mediocentro de Valleseco tiene claro que la derrota de Soria fue "un mazazo duro, de esos que hunden a cualquiera", pero tiene solución. "Tenemos la angustia y la ansiedad de estos días, pero habrá que convivir con eso y superarlo. Y la manera de disipar las dudas a nuestra afición es ganando partidos y jugando bien", zanjó con decisión.