El volcán submarino de El Hierro, cuya actividad se originó en 2011, supuso un duro mazazo para la economía isleña en su momento, pero con el paso del tiempo aquella adversidad se convirtió en fuente de riqueza.

En la Oficina Municipal que el Ayuntamiento de El Pinar tiene en este núcleo costero se encuentra el Museo de la Restingolita, un interesante espacio en el que se explica la evolución del volcán submarino y, además, se dan a conocer los sedimentos que aparecieron flotando y en las playas, coloquialmente conocidos como restingolitas.

Este espacio cultural es punto de interés para cuantas personas visitan La Restinga. Un reclamo turístico muy original que, incluso, fue objeto de obsequio de un restaurante local a sus clientes.

Este museo tiene a su entrada, en un lado, muestras de lava de la erupción volcánica submarina de El Hierro, junto con las hipótesis que se ha elaborado acerca de la procedencia de las restingolitas. Al otro lado, se hallan tres restingolitas con imágenes del momento de la erupción, junto a las cuáles se pueden observar, también, las de los gases emitidos. De la misma manera, hay muestras de bombas y escorias volcánicas terrestres para diferenciarlas de las submarinas, a la vez que muestras de lava de otras islas.

Ya en el interior del museo, está habilitada una sala de exposición para mostrar el contenido visual de la erupción, junto con un sismógrafo que representa la sismicidad del lugar. El visitante encuentra, asimismo, tres muestras de lava en esta sala, correspondientes a la emisión y obtenidas en noviembre de 2011 y en enero de 2012.

Esta oficina registró un total de 4.079 visitantes en el año 2012, 776 en el año 2013 (excluyendo algunos días de esta contabilidad) y en los meses de septiembre, noviembre y diciembre, que permaneció cerrada, y un total de 226 visitantes desde abril hasta julio de este año.