El miércoles se verán las caras los presidentes de los gobiernos central y regional, Mariano Rajoy y Fernando Clavijo, respectivamente. En esta época inusual de debate presupuestario, Canarias reclamará más dinero para el Archipiélago y lo hará, esta vez, con el respaldo de las organizaciones patronales y sindicales. Las Islas necesitan euros para sus infraestructuras y para empleo, dos cuestiones en las que el déficit inversor se refleja claramente en el estado del anillo insular de carreteras, en Tenerife, y el índice de desempleo que afecta a los canarios. Cierto que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016 parece mejor que el anterior, porque incrementará la aportación económica, pero aleja a Canarias de la media inversora del Ejecutivo nacional respecto al resto del país. El presidente autonómico se apoya en el Consejo Consultivo para llevar a Madrid las demandas dinerarias en lo que es la escena de cada año cuando toca hablar de los PGE. Es la primera ocasión en la que Fernando Clavijo aparece en ella y lo hace comenzando su primer curso político y en las vísperas de unas elecciones generales. La política, en esta ocasión, puede tener un peso específico mayor en la negociación. La incertidumbre ante el previsible nuevo panorama en la composición de las Cortes que surjan de las urnas es otra cuestión a barajar. CC quiere recuperar el papel que llegó a tener en otros tiempos en ese escenario. De momento, los modos en la relación Canarias-Estado son otros. A partir de aquí cabe esperar resultados mejores.

Lo mismo debe pensar Carmen Luisa Castro. La alcaldesa de Güímar ha protagonizado una semana polémica por pintar rayas azules para delimitar la superficie de su municipio de la que pertenece a Arafo en el Polígono Industrial Valle de Güímar. Esta anécdota tiene un objetivo claro: mejorar el mantenimiento de ese complejo. Hace apenas tres años que los empresarios gastaron más de ocho millones de euros en acondicionar toda la red viaria, los jardines, las aceras y las redes básicas del Polígono. Hoy, el abandono, la suciedad y el deterioro campan a sus anchas nuevamente, desde que los ayuntamientos asumieron la gestión. Mientras medio país se toma a risa esta salida de la alcaldesa y el pueblo se divide entre defensores y detractores, Castro airea el problema en busca del consenso. Ante la repercusión de la medida, acertada o no, el Cabildo de Tenerife entra en escena y propicia el diálogo. Mañana lunes se verán las caras todas las partes en la Corporación insular.

Los universitarios canarios se repartirán este año casi 10,7 millones en becas. El Gobierno autónomo quiere que más de 6.000 estudiantes se beneficien de esta medida ampliando los criterios que el Ministerio de Educación determinó. Se trata de avanzar en una sociedad más formada, de establecer medidas que universalicen más el acceso a formación superior, de crear cauces para que la igualdad de oportunidades esté más cerca. El empleo de calidad del futuro en Canarias debe pasar por la Universidad.