Nadie diría que tiene 75 años si lo vieran moverse en el día a día entre vacas bastas de cientos de kilos. Buenaventura Alonso, un agricultor y ganadero jubilado de la zona de El Cascajal, en La Esperanza, conserva aún gran parte de la agilidad de quien se ha criado en el campo y ha vivido de él.

Rodeado de estos animales desde que nació, Buenaventura presume todavía de tener una yunta -Alegría y Mejorana-, con la que es capaz de hacer gran parte de las faenas propias del cultivo de la papa (surquea, arrienda y hasta recolecta), además de la siembra de millo. "Lo único que cambia es el yugo", precisa.

Su destreza no deja de sorprender en un mundo, el rural, en el que la maquinaria ha ido comiendo terreno a la fuerza animal. Hasta él mismo reconoce que, en ocasiones, tiran de herramienta mecánica para aliviar el trabajo.

Pero eso es ahora. Porque durante toda su vida han sido las vacas bastas el "motor" para labrar la tierra. Él mismo lo atestigua con una foto en la que posa con su padre, José Alonso, junto a una yunta. "Esta ha sido mi vida", recalca.

Y aunque jubilado, aún alimenta cada día a catorce ejemplares -propiedad de su hijo, dice-, algunos de ellos jóvenes. "Todas son criadas aquí. No hay ninguna comprada", comenta Buenaventura, quien coincide con otros ganaderos en que esta raza no da muchos beneficios.

"También tuve vacas finas -frisonas-, pero las quité porque pagaban poco por la leche", indica. Es decir, que la que aún consume, ordeñada a mano, es de sus vacas bastas. "Estas dan menos cantidad que las otras y la leche es distinta, más amarilla", explica.

Eso sí, si en la producción ganan las primeras, las segundas son "más nobles". "Las finas son un ganado más bruto. No ceden tanto", asegura. De ahí el uso que se hace de las bastas tanto en las labores de la tierra como en competiciones o exhibiciones.

En ellas también participa Buenaventura. La última, en la romería de Garachico. Y unos días antes en La Esperanza, en una muestra de arrastre organizada con motivo de las fiestas. "Hay que ver cómo corría delante de sus vacas", enfatiza un asistente. ¿Qué son 75 años?