Cientos de refugiados se precipitaron hoy en la estación de ferrocarril de Budapest para subir a los trenes que van a Alemania y Austria, después de que, por razones aún desconocidas, desaparecieran los agentes de policía que los vigilaban.

Así lo informó el portal de noticia "Origo", según el cual hacia las 10.00 hora local (08.00 GMT) cerca de trescientas personas intentaban sacar billetes y asegurarse un lugar en uno de los trenes que van hacia Occidente.

Muchas de las personas que esperan conseguir asilo en Alemania, Austria o en un país escandinavo llevaban días congregados en la estación y pidiendo que les dejaran seguir viaje.

Según el citado portal, esta mañana los policías que estaban en el lugar "habían desaparecido de golpe".

La agencia austríaca APA informa de que poco antes, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, mantuvo una conversación con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la crisis de refugiados en Hungría.

Las autoridades húngaras interceptaron entre el viernes y domingo pasados a 8.792 refugiados que cruzaron la frontera de forma ilegal, pese a que el sábado ha concluido la construcción de una valla alambrada en la frontera con Serbia concebida para frenar la inmigración.

La mayoría de las personas que llegan a Hungría huyendo de países en conflicto no pretenden quedarse en el país magiar, sino seguir el camino hacia países más ricos, donde en muchos casos pueden reunirse con familiares o amigos.