Ni en la primera jornada, en la derrota con el Numancia por 6-3, ni ayer, en el empate con el Huesca, Dani Hernández mostró su mejor versión. Algunas intervenciones hicieron que su rendimiento no se pareciera en nada al que ofreció la campaña pasada.

Ayer admitió que no estuvo afortunado en la jugada que le costó al Tenerife el único tanto encajado. "Lo primero que pensé cuando el balón entró en la portería fue que nos quedaban 89 minutos para remar en contra de la corriente. Estaba deseando que lográramos, al menos, el empate, porque habíamos preparado muy bien el partido y merecíamos sumar", manifestó.

"Menos mal que puntuamos, porque no es nada bueno perder cuanto te pasa algo así", añadió Dani con la esperanza de que su "racha de mala suerte" haya finalizado. "Espero que sea cuestión de estas tres semanas", deseó el guardameta. "Cuando las cosas no salen, hay ganas de entrenar duro para volver a ser el de siempre", finalizó.