El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reúne mañana al Comité Ejecutivo del PP a tres semanas de las elecciones del 27S, que afrontan con el ánimo de recuperar terreno en Cataluña y frenar las aspiraciones independentistas, mientras se preparan ya también para las generales previstas para final de año.

El partido, asegura un dirigente catalán, está muy ilusionado y mucho más movilizado. Rajoy tiene previsto acudir en cinco ocasiones a Cataluña durante la campaña, dos de ellas a Barcelona y las otras tres a las tres provincias restantes.

Pero, además de Cataluña, el PP analizará también mañana sus expectativas en la carrera hacia las elecciones generales de final de año, ante las que esperan ir mejorando según se acerque la cita con las urnas.

Como factores a su favor señalan la recuperación económica y la mejora en intención de voto desde que se produjeron los pactos postelectorales tras las municipales y autonómicas.

Por eso, el mensaje que trasladarán hasta la saciedad en las próximas semanas será el de la estabilidad y, en ese camino, Rajoy ya ha dejado claro a quien considera su enemigo número uno.

Con la creencia de que Podemos se está desinflando, el PSOE se ha llevado en los últimos días los mayores ataques de Rajoy, quien ya el 30 de agosto en el arranque del curso político en Soutomaior (Pontevedra) avisó de que el partido de Pedro Sánchez es "el único problema" que puede minar la recuperación.

En el caso de Ciudadanos, los populares se mueven entre dos aguas. Les atacan en Cataluña antes del 27S, pero en el resto de España no hay ese belicismo.

Según fuentes de la dirección, las encuestas ya le dan al partido entre un 30 y un 31 por ciento, aunque entienden que necesitan llegar al 34-35 y que se requieren al menos 150 diputados para conformar una mayoría estable que, admiten, podría ser con Ciudadanos.

En ese contexto, la fecha de las elecciones sigue en el aire, y aunque muchos en el PP apuntan al 20 porque entienden que el 13 va a ser muy precipitado con la tramitación de los presupuestos por medio, hay quien teme que la cercanía de la Navidad, las vacaciones escolares y los viajes de muchas familias a sus lugares de origen no sean circunstancias favorables.

La tesis de que la Navidad es mejor para el ánimo del votante no es compartida por muchos populares, que entienden que la convocatoria electoral entorpece esta época del año tan intensa para el ciudadano.

Sin olvidar que si los comicios se celebran el 20 habrá cientos, puede que miles de funcionarios y miembros de los partidos que se quedarán sin Nochebuena y Navidad por el recuento de votos.