Cuando paran a un conductor español que viaja en un vehículo matriculado en el país, los policías locales tienen claro qué documentación solicitar al conductor, tanto sobre él mismo como del automóvil. Pero, ¿qué ocurre si tanto el chófer como el coche son foráneos? Por lo general, ahí ya no está tan claro el protocolo a seguir. Esa falta de líneas de trabajo fue la que impulsó a un policía local de Gáldar y a otro de San Mateo a comenzar a indagar acerca de la documentación exigible a cada conductor y su vehículo en función del país del que procedan, así como las medidas de seguridad de cada documento con el que se interviene. Dicha iniciativa personal ha generado interés entre agentes municipales de varias islas, que, mayoritariamente, afrontan una preparación con recursos propios para mejorar en sus prestaciones profesionales. El esfuerzo de ambos precursores ha fraguado en un colectivo de ámbito autonómico en el que figuran más de 70 policías locales de Fuerteventura, Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife. Se denomina Acadocpol y en el último año y medio, hasta comienzos de 2015, sus miembros han imputado unos 250 delitos por falsedad documental, en lo que concierne a los permisos de conducción y delitos contra la seguridad vial, al carecer de autorización administrativa para conducir. También han intervenido e imputado delitos por falsedad documental en permisos de circulación de vehículos, inspecciones técnicas, seguros obligatorios de automóviles o placas de matrícula.

En Tenerife, uno de los municipios donde más necesaria resulta esta formación "extra", es Arona. Y así lo han asumido, sobre todo, media docena de policías locales, miembros de Acadocpol, que en los últimos dos años se han esforzado por elevar la eficacia de su trabajo, pues cabe recordar que los extranjeros que residen en dicho municipio son considerables.

Dos de estos agentes, adscritos a la Sección de Atestados, explican que se trata de un "campo amplio y poco explorado". La clave es que cada país tiene su propia normativa para conductores y vehículos. Y muchos foráneos deciden establecerse en la Isla para trabajar o disfrutar de su jubilación, por ejemplo.

Ambos policías explican que, antes, se paraba a un vehículo con matrícula de otro país y, con frecuencia, salía a relucir la "picardía" de algunos conductores, "a los que les pides una cosa y te enseñan otra, con el objetivo de intentar engañarte".

En Arona ya tienen conocimientos avanzados en este ámbito varios miembros de la UPP (Unidad de Prevención Policial), así como motoristas de Tráfico y Seguridad Ciudadana. Los dos funcionarios consultados indican que en Arona sería realmente útil crear una unidad de "documentoscopia", pues en los últimos dos años se han imputado más de 70 delitos de falsedad documental, que muchas veces llevan aparejadas infracciones contra la seguridad vial y, a veces, usurpaciones de identidad. Los agentes explican que el ayuntamiento y la Jefatura han ayudado en esta iniciativa durante los últimos meses, con la organización de un curso para 25 funcionarios y la adquisición de lupas forenses para la labor en la calle. Pero buena parte de la formación de decenas de policías en las islas se ha hecho por medio de la Dirección General de Seguridad y Emergencias, así como gracias al "boca a boca" entre profesionales. En los últimos meses, esa voluntad de mejorar para hacer más completo el trabajo también se ha extendido a Adeje, con algunos agentes implicados en el proyecto.

Los dos policías de Atestados de Arona aclaran que, además de la teoría, la experiencia en la vía pública resulta clave. Recuerdan que, "si hay desconocimiento entre los agentes, el infractor siempre va a ir por delante". En base a todo ello, ambos dicen que ya perciben un ligero cambio de tendencia entre ciudadanos foráneos a la hora de tener en "regla" su documentación.