Compartir sensaciones con el público a través de la expresión corporal y sus sutilezas es el objetivo que persigue la compañía vasca Cielo Raso con "Karaoke", que llenará hoy y mañana, a partir de las 20:30 horas, la cartelera del teatro Victoria de Santa Cruz de Tenerife.

Esta pieza de danza contemporánea, que dura unos cincuenta minutos, es interpretada por la bailarina canaria Dácil González, que comparte escena con Igor Calonge y Beñat Urretabizkai, que sustituye al coreógrafo y bailarín tinerfeño Daniel Abreu, Premio Nacional de Teatro 2014, muy ocupado con los compromisos de su propia compañía, según explicó Calonge, director del colectivo donostiarra, ya conocido en el coliseo santacrucero desde hace varios años por sus diferentes intervenciones.

"Karaoke es un espacio donde se encuentran personas que no siempre se conocen, pero a las que terminas haciendo los coros, nadie espera que te saquen a bailar en un karaoke, pero a veces sucede. El objeto de Karaoke es crear un espacio en el que poder introducir tres personajes y a través de ellos las historias y la sensaciones que cuentan y comparten con los espectadores".

La obra que proponen se desarrolla ambientada con una sencilla escenografía presidida por una cortina "glacier" de los años 80 con cientos de flecos plateados y brillantes con muchos reflejos, en los que se sobresalen los contornos de los bailarines y sus movimientos en el escenario. La pieza no encierra ningún mensaje concreto ni profundo más allá de lo que se desarrolla en la función, animada por una música de karaoke y ambiental compuesta para la ocasión. También hay un micrófono a través del cual cantan los bailarines.

"La danza al final se compone de muchas sutilezas. Hay un personaje que va en la búsqueda de los otros y una especie de lucha entre ellos. En danza siempre se construye una pieza que huye de la narrativa. Suele haber como una lucha de amor y de celos. Al final, el ser humano, cuando se relaciona van apareciendo ciertos detalles de afinidades o rechazo hacia otras personas. Eso es lo que compone la pieza. El atractivo del espectáculo va más por toda la capacidad que tiene de generar unas imágenes visuales que conmueven en algunos momentos".

El sello que caracteriza los espectáculos que aborda Cielo Raso, cuatro de los cuales ya han sido presentados en el teatro Victoria, es que su punto de referencia profundiza en una narrativa más cercana a la cinematográfica, un lenguaje más cercano al cine, aunque el vehículo sea la danza.

"Pero el formato no es danza. No utilizamos una narrativa al uso, sino que intenta sugerir para que el espectador vaya hilando lo que necesita para crear una narrativa. Hay personas que no lo necesitan y se quedan más con las sensaciones y las emociones que han podido recibir, o una narrativa muy ligera que para ellos es suficiente. Lo más característico es que hay imágenes muy potentes", concretó.

También aclaró que sus propuestas escénicas de danza contemporánea tienen muy en cuenta el trabajo físico, aunque algunos solo ponen su atención en las posibilidades del cuerpo.

"Todo depende de la poética que cada uno quiera dar a sus trabajos. Todos mis espectáculos siempre han tenido una pieza clave en los paisajes que se construyen con la escenografía. En Karaoke el principal objetivo era crear un lugar, algo que ya venía del anterior espectáculo que llevamos a Tenerife, Fácil, fue una casa, en la siguiente fue una piscina. En cada momento surge una necesidad de donde pongo lo que quiero contar", comentó este coreógrafo y bailarín que siente mucho respeto por el público del teatro Victoria. "Es una gozada porque es un público siempre muy atento".