Víctor Añino Bermúdez se rebela ante la visión fatalista que ha llegado a provocar el decepcionante comienzo de temporada del Tenerife, con un punto de nueve en la Liga y la reciente eliminación en la Copa del Rey. Entiende la preocupación de los aficionados, pero asegura que el equipo "trabajará para tener una campaña tranquila y pelear por retos ilusionantes".

¿Qué análisis hace del momento en el que está el Tenerife?

El equipo no ha tenido un buen inicio, pero se trata de eso, del inicio de algo. Lo que tiene que hacer el grupo es sobreponerse e intentar enlazar victorias, porque estamos capacitados para hacerlo y nuestra mentalidad es fuerte, en el sentido de que sabemos que nos hemos metido nosotros en esta dinámica negativa y que somos los que podemos salir adelante.

¿Este mal arranque de curso condicionará el resto de la Liga?

Es que quedan 39 jornadas por delante. De todas formas, no queremos meternos en una situación complicada desde ya. El equipo quiere puntos y sabe que tiene que conseguirlos desde esta jornada, y va a trabajar para tener una Liga tranquila y pelear por objetivos ilusionantes. No queremos estar sufriendo toda la temporada. Sabemos qué es lo que debemos hacer. Ya hemos demostrado que podemos ofrecer un buen rendimiento y tener regularidad, como pasó en la pretemporada, y lo que estamos haciendo ahora es tratar de encontrar ese nivel que sabemos que podemos tener.

En diciembre de 2014 vaticinó que el Tenerife iba a pasarlo mal si no respondía en enero con triunfos. Y acertó. ¿Cuál es su pronóstico dadas las circunstancias?

Los malos inicios condicionan, porque empiezas en la parte baja de la clasificación y te toca trabajar día tras día para salir de esa situación. Y eso es lo que no nos puede suceder. El equipo es consciente de que necesita puntos para tener una temporada tranquila. Lo que no puede ser es que salten las alarmas en todos los estamentos por un mal comienzo de Liga. Lo que hay que hacer es apoyar para salir de esta situación cuanto antes. Lo que estamos haciendo es trabajar para encontrar un grupo compacto, que es algo que sabemos que sí existe, y conseguir regularidad desde ya. Pero no se puede perder la calma ni la confianza y la fe en tu equipo por muy mal que le vayan las cosas en cualquier momento de la temporada.

¿Cuál es su mensaje para los aficionados más impacientes?

Los que somos tinerfeñistas de corazón, sabemos que gente que acude al estadio para no ayudar al equipo no representa al verdadero aficionado. El que es aficionado del Tenerife apoyará a su equipo en cualquier categoría y en cualquier situación, por muy mala que sean. Eso no quiere decir que obviemos que el aficionado no tenga motivos para estar enfadado o algo disgustado con la situación que atraviesa el Tenerife. Pero, sabiendo que estamos en esa tesitura, lo que hay que hacer es apoyar en todo momento, porque queda tiempo y se pueden cambiar las cosas. El equipo necesita a su gente y coger confianza con victorias. Al aficionado hay que darle puntos, triunfos, buen trabajo y rendimiento en el campo, y vamos a hacerlo para que el público se sienta orgulloso.

Entonces, ¿el tinerfeñismo puede quedarse tranquilo?

El equipo hará cambiar el enfado de la gente, y solo lo puede hacer de una forma: ganando. En esta plantilla somos conscientes de que hay que ganar partidos para tener a todo el mundo contento. Podría ponerme a decir muchas otras cosas, pero si eso no se refleja en el campo, todo queda en simples palabras. Lo que cuenta es que estoy seguro de que el equipo va a enganchar a la gente con buenos resultados, pero en ese proceso, cuando las cosas se tuercen, lo que hay que hacer es apoyar para encontrar el camino de la regularidad que estamos buscando y no machacarnos. Insisto, vamos a trabajar para que los aficionados estén alegres. Y los que estén enfadados, que no se preocupen, porque les vamos a hacer cambiar su forma de ver las cosas con victorias.

Hablando de fútbol, ¿el Tenerife está tan perdido como parece?

El equipo no está perdido. Lo único que ha pasado es que en la Liga no hemos encontrado ese grupo sólido que sí tuvimos en la pretemporada y que también vimos en muchos partidos de la campaña pasada. Estamos intentando recuperar la confianza, y la confianza la dan los resultados, que es algo que aún no ha llegado. Cuando encajas una derrota tan dura como la que sufrimos ante el Numancia, te entran muchísimas dudas. En consecuencia, el equipo está ahora con dudas que solo se disiparán con victorias. No es que el equipo no sepa cuál es el camino, sino que se han creado muchas dudas porque no hemos enlazado victorias para tener la confianza que necesita cualquiera en este deporte para competir.

Por lo que comenta, el problema es de puntos y no de juego.

Lo que necesitamos es sumar puntos. Del Tenerife no cambiaba absolutamente nada. Me gustaría ver a este equipo consiguiendo victorias y alcanzando el nivel de confianza que dan los puntos para ver a todo el mundo con un cien por cien de soltura y no agarrotados por pensar que viviremos una Liga tan complicada como la anterior. Estamos trabajando para no entrar en esa dinámica.

¿No le parece increíble estar hablando en estos términos en la segunda semana de septiembre?

Estamos hablando así después de tres jornadas de Liga porque el Tenerife es un club grande. Cuando estás en un equipo tan importante, te das cuenta de que todo se tiende a magnificar. En este escenario, lo que no hay que hacer es engañar a los aficionados. Ni la cosa está tan bien como parecía en la pretemporada ni ahora somos tan malos como pueden pensar. El equipo no está jugando bien y nadie del club ni de la plantilla lo negamos. Somos los primeros en reconocer que este equipo tiene que dar más, y trabajaremos para conseguirlo. En ese sentido, todos los jugadores tenemos que multiplicarnos, porque lo que estamos haciendo no nos da para lograr victorias. Partiendo de esa base, lo que no puedes hacer es engañar a la gente y estar diciendo que el equipo es un desastre, que no juega bien, que no ha encontrado sus señas de identidad o que cambió de sistema porque no tiene uno propio. No se le puede vender eso a la gente, porque de esa manera engañan al tinerfeñismo. Cada uno puede decir lo que quiera o creer lo que quiera, pero, en la tercera jornada de Liga, no se puede vender que el equipo va a descender. Eso no es así. Y el aficionado tiene ayudar al equipo al que quiere en los momentos complicados. Es algo que admiro del verdadero seguidor del club, y por eso siempre digo que me siento orgulloso de la afición del Tenerife, porque en los momentos complicados ha estado ahí, y estoy seguro de que no fallará.