Sin trabajo y con escasas posibilidades de cualificarse. A pesar del crecimiento desorbitado de la tasa de desempleo en Canarias, la formación para desempleados se ha desplomado en los últimos años. En 2003, cuando había 102.228 personas en las listas del paro, 17.252 acudieron a algún curso; en cambio, en 2014, con 260.682 parados contabilizados, solo lo hicieron 10.419. La razón de este espectacular descenso no tiene nada que ver con el comportamiento de la demanda: los canarios siguen queriendo formarse, pero los recortes han reducido los cursos de formación para el empleo a la mínima expresión.

Los datos, recopilados por el Instituto Canario de Estadística (Istac), dibujan un escenario complicado: en unas islas con un extenso paro estructural y un desempleo de larga duración de difícil solución, las posibilidades de reciclaje laboral son escasas. No es patrimonio exclusivo del Archipiélago. El año en que peores datos se registraron fue 2012, cuando se produjo el cambio de Gobierno en Moncloa y Mariano Rajoy sustituyó a José Luis Rodríguez Zapatero. Entonces solo 6.803 desempleados se formaron en Canarias.

El director del Servicio Canario de Empleo (SCE), Alejandro Martín, no esconde esta realidad. Entre 2012 y 2014 se ha producido un repunte, gracias a la recuperación de algunos fondos del Estado y las aportaciones que ha hecho el propio Gobierno regional. Aún así, el presupuesto sigue siendo testimonial. En 2010, antes de que la austeridad fuera la única política, Canarias destinaba 52 millones de euros a este concepto. El año pasado, sin embargo, la partida solo llegó a los 27, lamenta Martín. "En 2012 el Gobierno central recortó los fondos en un 50% y pasamos de tener 42 millones a disponer solo de dos. Nos quedamos sin el Plan Integral de Empleo de Canarias (PIEC)".

El responsable del SCE cree que en 2012 se tocó fondo y que, aunque el primer aumento presupuestario en este sentido se produjo el año pasado, todavía queda mucho camino por recorrer. Insiste en que este tijeretazo "afecta muchísimo" a la salida de la crisis. "El principal problema del desempleo es su falta de formación o, mejor dicho, el inadecuado ajuste formativo que hay".

Destaca que numerosos estudios demuestran que la empleabilidad está directamente relacionada con este tipo de cursos y que la principal política activa de empleo es la formación. "Este tipo de formación aumenta las posibilidades de conseguir un trabajo; no lo decimos nosotros, lo dicen estudios externos". Además, desde hace cuatro años, los cursos implican un reconocimiento oficial del catálogo nacional de ocupaciones.

El estallido de la burbuja inmobiliaria también queda reflejado en estos datos. En 2003 la mayor parte de los desempleados que se matriculaban eran mujeres jóvenes. Ahora, los que más se forman ya han cumplido los 35 y el sexo no es un factor a tener en cuenta.

Alta demanda entre los trabajadores isleños

La formación también es un deber de los que están trabajando. Los canarios, en opinión de Martín, están muy concienciados con la necesidad de la formación a lo largo de toda la vida, y eso queda en evidencia en la gran demanda de cursos que hay. A pesar de que la crisis ha empeorado las condiciones laborales, los isleños continúan sacando tiempo para realizar alguno de los cursos que ofrece el Servicio Canario de Empleo.

"Hace poco visité un centro y me quedé sorprendidísimo. Había 1.200 personas, pero se habían registrado 12.000 solicitudes de 7.000 personas diferentes. Es decir, unas 6.000 se quedaron sin poder formarse". Este ejemplo demuestra que los recortes están boicoteando el aprendizaje de toda la población, con independencia del estado laboral.

Los datos recopilados por el Istac no hacen más que constatar el caso expuesto por el director del SCE. En este caso las estadísticas se refieren al período que va desde 2009 a 2013. Hace seis años 18.423 trabajadores accedieron a alguno de los cursos, pero en 2013 solo se registraron 4.541 matrículas. Este tipo de cursos se imparten sobre todo en horario nocturno, entre las ocho y las once de la noche, "y las clases siempre están llenas", sostiene Alejandro Martín.

"Son personas que trabajan durante todo el día, y hacen el esfuerzo de ir tres o cuatro veces por semana para continuar formándose. Esto prueba que el trabajador canario se preocupa muchísimo por su formación", explica Martín, que confía que en los próximos presupuestos suba la partida para la formación para el empleo.

Cursos con Prioridad 1

El SCE, para garantizar la eficacia de la formación, destina casi todos los fondos a los cursos que tienen un "grado de prioridad 1", aquellos que han registrado una inserción superior al 40% en los dos años anteriores. En estos casos, en los seis meses siguientes a la finalización, el 40% de los alumnos obtuvo un empleo en una ocupación vinculada a esos estudios.

Áreas

Los cursos que cumplen con estos criterios son de mecánica, atención en instituciones sociosanitarias, comunicación audiovisual o electricidad. "Se llevan casi todas las partidas porque están teniendo una inserción muy alta", sostiene Martín.