La Fiscalía ha advertido en su memoria del año 2014 de la "sobreutilización" que se hace en España de la pena de prisión frente a otras como la de trabajos para la comunidad. Pese a ser uno de los países de la UE con menos tasa de criminalidad, tiene una de las poblaciones reclusas más altas.

En el apartado dedicado a vigilancia penitenciaria de la memoria se hace un resumen de la situación actual de las cárceles españolas, que acogían a finales del año a 65.017 reclusos, un 2,6% menos que el anterior, siguiendo así con la tendencia descendente que se viene registrando desde 2010.

Esta disminución se debe, según la Fiscalía, a la reducción de las condenas impuestas por delitos de drogas y al refuerzo de la política de medidas para la repatriación de extranjeros.

La Fiscalía avisa de que en España se da la "paradoja" de que los niveles de criminalidad (44 delitos por cada mil habitantes) están muy por debajo de la media de la Unión Europea (62 delitos), pero la tasa de personas encarceladas (140 personas por cada cien mil) es una de las más altas de los países de Europa Occidental, por encima de países como Portugal, Italia, Francia, Holanda o Alemania.

"Se evidencia así una sobreutilización de la prisión como reacción punitiva", concluye la Fiscalía, en detrimento de otras medidas más resocializadoras.

El 92% de los reclusos en las prisiones españolas son hombres, un 30% de nacionalidad extranjera y un 13% está en la cárcel de manera preventiva.

Andalucía encabeza el número de reclusos (15.079), por delante de Cataluña (9.291), Madrid (8.788), Comunidad Valenciana (6.888), Castilla y León (4.748), Galicia (3.750) y Canarias (3.365).