Hace 19 años Tenerife rozó el Oscar con el cortometraje "Esposados", de Juan Carlos Fresnadillo, una producción que logró 40 premios nacionales e internacionales. A "Playing Lecuona" le quedan muchos kilómetros por recorrer, pero su reciente victoria en el Festival de Cine de Montreal posiciona al proyecto codirigido por Pavel Giroud y el tinerfeño JuanMa Villar (que al igual que Fresnadillo tiene sus raíces muy próximas a la céntrica avenida La Salle capitalina) como referente internacional de la producción cinematográfica ejecutada hasta la fecha en Canarias. "Conquistar un premio de esta dimensión abre muchas puertas", precisa Villar antes de revelar la trayectoria que describirá "Playing Lecuona" a partir del próximo mes de octubre. "Nos han invitado a participar en festivales especializados que se van a celebrar en Brasil, Colombia, Estados Unidos, Holanda, Puerto Rico...", repasa sin perder de vista un estreno en territorio nacional programado inicialmente para 2016.

"Cuando empezamos a pensar este proyecto el objetivo principal era que la gente le pusiera cara al autor de unas melodías que nos resultan familiares, pero que no todo el mundo sabe que fueron escritas por Ernesto Lecuona", precisa JuanMa Villar respecto a la brillante trayectoria descrita por un compositor del que este año se celebra el 120 aniversario de su nacimiento. "Hacer una película es algo muy complicado, pero venderla mucho más", precisa el realizador canario sobre una aventura que tuvo que superar seis concursos públicos y que contó con un presupuesto de 800 euros. "Este es un proyecto que ha nacido con una estrella. Brilla no solo por el nivel artístico que tiene o por haber conquistado hace unos días el Festival de Montreal, sino porque se ha conseguido que el Grupo Planeta realice la distribución del documental y que Sony Music Nueva York" la del disco", precisa en torno a las estrategias comerciales que se ha fijado el equipo encargado de promocional una cinta que se grabó en distintas localizaciones entre los años 2013 y 2015.

Pavel Giroud y JuanMa Villar son los impulsores de un documental que madura a partir del talento de tres pianistas (Chucho Valdés, Michel Camilo y Gonzalo Rubalcaba), en tres países (Cuba, España y Estados Unidos) y en torno a tres escenografías distintas. "Chucho trabajó la parte afrocubana, Gonzalo le introdujo una vertiente más flamenca y Michel se encargó de unir Santa Cruz de Tenerife, que fue la ciudad donde murió Lecuona, y Nueva York, que es donde está enterrado", explica Villar.

Al margen de los dos directores, se creó un equipo técnico en el que estaban Francis Concepción, responsable de la dirección artística, Carlos Mas, ingeniero de sonido, Santiago Torres, coordinador del apartado fotográfico, y José Antonio Jorge, que fue el encargado de realizar el montaje final. "Esa es la base del documental, pero en cada set de rodaje se creó un grupo compuesto por 30 o 35 personas", precisa Villar Betancort sobre el trabajo realizado en Santa Cruz de Tenerife y La Laguna; Málaga y Sevilla; Miami y Nueva York y en las localidades cubanas de Guanabacoa, La Habana y Matanzas. "El compromiso con Lecuona es grande; nadie puso ni una sola disculpa para no participar... Los tres pianistas son unos enamorados de su música y con los colaboradores nos ocurrió tres cuartos de los mismo: todos dijeron sí en cuanto se les explicó qué es lo que queríamos de ellos", agradece. Y es que en los créditos de "Playing Lecuona" aparecen los nombres de Ana Belén, Raimundo Amador, Esperanza Fernández, Los Muñequitos de Matanza u Omara Portuondo, que contribuyó en este tributo con la interpretación del tema "Siempre en mi corazón" y la compañía al piano de Chucho Valdés. Precisamente, ese título le sirvió a Lecuona para ser nominado a un Oscar. "El que decida enfrentarse por primera vez a Lecuona a través de este documental -tiene un metraje de 110 minutos- va a encontrar una música muy sugerente... Hay aspectos de su obra que no conocía antes de meterme en esta investigación, pero que una vez descubres son impresionantes. La parte andaluza, por ejemplo, está llena de datos reveladores", apostilla JuanMa Villar.

Los casi dos años de preparativos están justificados por las apretadas agendas de los artistas que participan en este audiovisual, no por las dificultades de las 11 composiciones que interpretaron. "Fue sorprendente ver cómo Chucho, Michel o Gonzalo mataban un tema en una sola toma... El Siboney que hicieron en el teatro Leal Ana Belén y Michel Camilo, por ejemplo, se grabó a la primera y, encima, dio la casualidad de que se trataba de un ensayo", recuerda Villar antes de revelar otro secreto de la producción. "Un día grabamos un tema de Chucho Valdés que salió espectacular, pero nos faltaban algunos planos y le dijimos que el sonido no lo íbamos a tocar, pero que se pusiera al piano para hacer una especie de playback por si era necesario más adelante. Él se prestó, pero nos advirtió que no sabía hacer esas cosas porque en su música hay muchos instantes de improvisación y no recordaba con precisión qué es lo que había hecho un rato antes. Con Michel Camilo y Gonzalo Rubalcaba nos ocurrió lo mismo... Esta es la magia del jazz; la belleza de Lecuona", dijo.

JuanMa Villar Betancort

Codirector de

"Playing Lecuona"