Más vale tarde que nunca. La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias corrigió ayer oficialmente el listado de beneficiarios de becas universitarias correspondientes al curso pasado y añadió a 276 estudiantes que, aunque tenían derecho a la ayuda, se quedaron fuera por varios fallos en la baremación. Para enmendar el error, el departamento que dirige Soledad Monzón ha dispuesto un fondo adicional de 94.000 euros -con cargo a la partida destinada a familias e instituciones sin fines de lucro- que ya ha empezado a ingresar.

Las universidades fueron las encargadas de dar la voz de alerta. La Dirección General de Universidades publicó el 30 de enero una resolución por la que se aprobaba y ordenaba la publicación de la primera relación definitiva de solicitudes de beca para la realización de estudios universitarios, se reconocía su obligación y se proponía el pago. Fue entonces cuando la Universidad de La Laguna (ULL) y la de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) comunicaron a Educación que habían detectado la variación de algunos datos académicos de los alumnos.

El fallo, que dejó a todos esos estudiantes sin este apoyo económico, fue consecuencia de una serie de anomalías detectadas en el aplicativo informático con el que se gestionaron las más de 17.000 solicitudes presentadas en esa convocatoria.

El departamento educativo se equivocó principalmente en la ponderación de los aspectos académicos y los umbrales de renta que debían cumplir los estudiantes residentes en las islas no capitalinas.

En la valoración no se tuvo en cuenta que los beneficiarios con residencia en las islas menores y/o que estudiaban en la península, y cuya renta familiar supera el umbral 2 pero no el umbral 3, tenían derecho, además de a la beca de matrícula, a la cuantía ligada a la residencia.

El importe que se destinará a las becas de residencia y transporte suman un total de 36.588 euros, de los que 14.861,00 corresponden a chicos matriculados en la ULL, 11.238 a alumnos de la ULPGC y 10.489 a becarios de universidades de fuera del Archipiélago.

El equipo de Monzón considera que el comportamiento de la Consejería demuestra el rigor con el que se analizan cada una de las solicitudes presentadas con el fin de que ningún estudiante que tenga derecho se quede sin beca por problemas informáticos o fallos humanos.

Además de ampliar "por error" el número de beneficiarios de la convocatoria pasada, la Consejería quiere aumentar este curso la cifra de becarios. Para ello, el Ejecutivo publicó a finales de agosto una orden a partir de la cual ampliaba el presupuesto destinado a este fin hasta los 10,6 millones. La consejera Soledad Monzón espera que de esta forma haya más de 6.000 estudiantes universitarios becados por la Comunidad Autónoma. Las becas canarias se diseñaron para dar cobertura al alumnado que, aún necesitando ayuda para estudiar, no conseguía cumplir con los criterios establecidos por el Ministerio. Desde hace años, sin embargo, la cifra de peticiones se ha disparado. A la causa económica se ha sumado otra: el endurecimiento de los requisitos del Ministerio.